Así viene la síntesis de artículos:
La izquierda atinada
El Universal, p. 6/Ideas
Alejandro Encinas
Debo agradecer a Ruth Zavaleta la definición que hace de la corriente en que se inscribe. Somos -dice- la “izquierda institucional”, la que ha permitido el camino para llegar a acuerdos en el Congreso y afianzar un modelo de “gobierno compartido” (sic) en el ejercicio del poder en México. En la historia de México hay fenómenos políticos coincidentes, como en 1960 en pleno auge del autoritarismo. El PPS era el único partido de izquierda con registro y mantenía un compromiso para apoyar a la revolución hecha gobierno. Sin embargo, en junio de ese año el general Lázaro Cárdenas advertía: “México no está a salvo de una revolución” y “cuando se permite que se desarrollen los monopolios, se causa inquietud social y eso se traduce siempre en movimientos de revolución social”. Luego, el PCM, tras una importante movilización política y la suma de muchas voluntades de las izquierdas, abrió paso al reconocimiento legal y al posicionamiento nacional de una izquierda partidaria que se desdibuja hoy día.
Esto es un manicomio
Reforma, p. 12/Primera - Opinión
Felipe Díaz Garza
Sin duda hay un interés político torvo en la proposición legislativa para restablecer la pena de muerte como castigo a crímenes mayores, que ha sido empujada por el gobernador coahuilense Humberto Moreira, secundado por legisladores levantadedos que representan al gobernador y no al electorado. Humberto, igual de desfasado y oportunista que su antecesor Enrique Martínez y Martínez, quiere ser Presidente y encuentra combustible para la hoguera de su ambición en el miedo y en el enojo colectivos. Pero, con todo lo torvo y aprovechado de Moreira, lo cierto es que tampoco hay duda de que ese miedo y ese coraje populares existen y coexisten justificadamente, provocados por el avance de la delincuencia e incapacidad del gobierno para contenerla. Calderón, igual de dramático que Moreira, ha ofrecido reiteradamente utilizar toda la fuerza del Estado contra la delincuencia. Lamentablemente la fuerza del Estado y la del propio Calderón han resultado insuficientes en la práctica.
Pena de muerte: la impertinencia
Milenio Diario, p. 16/Opinión
Juan Gabriel Valencia
La propuesta de algunos priistas de reestablecer la pena de muerte, y por tanto, de abrir un debate para la valoración pública de los argumentos a favor y en contra refleja la carencia de oferta electoral sustantiva rumbo a los comicios de julio de 2009. Desde que se aprobó la propuesta del gobernador de Coahuila, vía un obsecuente Congreso local, se han vertido todo tipo de razones desde muy diversos ángulos de análisis, todos muy respetables. Mas no por respetables dejan todos de ser irrelevantes. El restablecimiento de la pena de muerte por la misma aritmética parlamentaria es imposible. Quienes promueven la apertura del debate ojalá estén conscientes de que discuten algo imposible de cambiar. Al menos por los próximos cuatro años. Si eso les divierte y los entretiene, adelante. El restablecimiento de la pena de muerte presagia que el tema de la inseguridad será ingrediente de las campañas en algunos estados gobernados por el PRI.
Qué pena
Milenio Diario, p. 14/Opinión
Rosario Robles
La decisión del Congreso de Coahuila de presentar una iniciativa para incorporar de nueva cuenta la pena de muerte a nuestra Constitución ha desatado una importante polémica. Más allá de las formas que empiezan a ser ya preocupantes con relación a la actuación del gobernador, es saludable que se abra un amplio debate. Si bien esta perspectiva es limitada al reducir la discusión nacional a la puesta en vigor de una pena determinada y no a la solución integral del grave problema de inseguridad pública que vive el país, sería absurdo negarse a ventilar esta o cualquier otra propuesta. Sin embargo lo importante es el hecho de que, precisamente en la antesala del proceso electoral de 2009, el gobernador coahuilense se haya propuesto utilizar políticamente, con interés electoral, el miedo que un amplio sector de la población siente frente a la amenaza creciente que representa la violencia del crimen organizado. (…) ¿Decidirá el pragmatismo electorero o los principios?
Pena de muerte: México no es todo el mundo
La Crónica de Hoy, p. 4/Opinión
José Sosa
He decidido escribir esta colaboración con el único propósito de hacer todavía más estridentes y radicales todas las reacciones que se han generado en contra de la decisión de los poderes públicos de Coahuila de reimplantar la pena de muerte. Y lo hago, no sólo por estar convencido como la mayoría de la población de este país de su necesidad, sino fundamentalmente por lo pertinente que resulta que los debates sobre los asuntos públicos sean llevados más allá de los estrechos límites que las élites políticas les han impuesto. No se trata de hacer a un lado los logros que en materia de derechos fundamentales se han venido obteniendo, con grandes esfuerzos, a lo largo de las últimas décadas. Es justamente lo contrario; poner a los derechos humanos en la primera línea del debate. Aceptar o negar la utilidad de la pena de muerte se debe fundamentar en la concepción más universal del derecho a la vida, y no en la irracionalidad de las creencias de ideólogos y obispos que sólo pretenden imponer su opinión a toda la sociedad.
¿Sin Fuerzas Armadas?
El Universal, p. 1/6/Ideas
José Luis Piñeyro
En la primera plana de El Universal del pasado miércoles aparecieron dos noticias alarmantes: la cifra récord acumulada de narcoejectuados, 5 mil 031 personas, monto mayor a los 4 mil 300 soldados estadounidenses muertos en cinco años de guerra en Irak, claro, sin incluir los 90 mil civiles fallecidos; mientras que la otra noticia apuntaba que había un rezago histórico y deterioro de las capacidades de defensa externa según un documento presentado a los legisladores por Guillermo Galván, el general secretario de la Defensa Nacional. Allí se señaló la necesidad de mayor presupuesto para evitar la degradación del poder militar que “en los próximos cinco años puede tornarse irreversible”, o sea, en 2013; además se destacó que se carecía de una política de defensa.
Razón de Estado
El Universal, p. 7/Ideas
César Cansino
Para quien revisa la prensa de la última semana, a raíz de que se cumplieron los primeros 100 días de vigencia del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, y de que resonó en la opinión pública el “¡Si no pueden, renuncien!” del empresario Alejandro Martí, podrá constatar sin dificultad un tono poco crítico de los medios en general hacia el gobierno con respecto a los resultados obtenidos por la puesta en marcha del acuerdo. El tono ha sido más bien benévolo, reconociendo algunos logros y señalando algunas carencias, o bien matizando que pese a que 100 días son muy pocos para obtener resultados palpables en asuntos tan delicados y complejos, el gobierno en sus distintos niveles ha alcanzado acuerdos históricos para definir una agenda coordinada de acción. ¿Por qué ese tono complaciente de los medios frente a una realidad avasallante que para los ciudadanos no admite maquillajes ni retóricas vacías? ¿Acaso hay una consigna mediática para que el malestar y la frustración sociales no rebasen un umbral de por sí crítico de protesta y cuestionamiento?
Balance
Reforma, p. 13/ Opinión
Jaime Sánchez
1. Felipe Calderón abrió su gobierno con el pie derecho. La reforma del sistema de pensiones del ISSSTE rompió un impasse de nueve años. No sólo eso. Abrió la puerta para operar reformas semejantes en el IMSS y en otras empresas paraestatales. 2. La reforma fiscal fue completa y absolutamente insuficiente. No se avanzó en la simplificación administrativa. En lugar de premiar el ahorro y la inversión se crearon nuevos impuestos para los empresarios. Además, no se atacó el problema fundamental: la evasión fiscal. 3. La reforma electoral aprobada por PRI, PAN y PRD fue más que un retroceso. Se atentó contra la libertad de expresión y contra el derecho a la información. Se lesionó la autonomía del IFE y se sobrerregularon los procesos electorales. 4. La reforma de Pemex se quedó corta. No se admitió la construcción de refinerías privadas para maquilar el petróleo. No hay ninguna evidencia de que el nuevo sistema de contratación le vaya a permitir a Pemex realizar exploración y perforación eficaces en aguas profundas. (…)
Origen y futuro
El Universal, p. 6/Ideas
Gerardo Unzueta
En su Plaza Pública del pasado lunes, Miguel Ángel Granados Chapa escribió que cuando nació el PRD en 1989 “no fue necesario que pugnara por su registro ante la Comisión Federal Electoral. Actuó desde entonces con el que el Partido Comunista Mexicano había obtenido una década atrás. En consecuencia, es un acto de amnesia moral, de deslealtad al origen, de mezquindad, el que las negociaciones coyunturales hayan dejado fuera de la lista de consejeros eméritos del PRD a Arnoldo Martínez Verdugo y a Gerardo Unzueta, miembros de aquel partido comunista”. En efecto, el sábado 29, el 6 Consejo Nacional del PRD llevó a cabo la elección de las 15 consejerías eméritas con las que se completaría el Consejo Nacional siguiente. El 11 Congreso Nacional delegó en favor de la dirección encabezada “de manera interina” por J. Guadalupe Acosta Naranjo el nombramiento de los “consejeros eméritos”; desde ese momento tal elección se convirtió en pasto del avorazamiento de los grupos de interés denominados corrientes.
Empleo, dinero e inmigrantes
El Universal, p. 14/Ideas
Antonio Rosas-Landa Méndez
Esta semana el Buró Nacional de Investigación económica concluyó lo que los habitantes de Estados Unidos hemos sentido desde hace tiempo: el país está en recesión. El diagnóstico fue que la contracción de la economía comenzó hace 12 meses. La mala noticia es que no se ve para cuándo repuntará. Las recesiones duran en promedio ocho meses, por lo que esta crisis va en camino de ser una de las más largas desde la depresión de 1929. Es la segunda recesión que vivo en este país y en verdad que nunca había visto algo parecido, descontando por supuesto la crisis de 1995 en México. En Chicago se multiplican los negocios que cierran sus puertas y el sueño americano que ya para algunos no era más que una breve siesta comienza a convertirse en pesadilla.
Othón Salazar: el predicador rojo
La Jornada, p. CP/12/Política
Luis Hernández Navarro
Cuando el pasado 4 de diciembre el corazón le dejó de latir, Othón Salazar tenía 84 años de edad, los riñones dañados y un derrame cerebral reciente, pero aún así estaba dedicado a tratar de reconstruir el partido comunista, levantar la conciencia del pueblo y luchar por el socialismo. Othón vivió como quiso vivir: como revolucionario. Murió como quiso morir: entre su gente, en una sencilla cama hecha de varas de bambú y petates, enterrado en Alcozauca y con la bandera de la hoz y el martillo, la bandera comunista, en su ataúd. A su viuda, Ester Edita Bazán, le alcanzó a decir antes de irse; “me voy contento porque estuve a tu lado, con la gente, aunque no te dejo nada”. Ocho años atrás, el maestro declaró: “Si mañana fuera el último día de mi vida, las horas que me restan las entregaría a poner mi grano de arena en la tarea gigantesca de lograr que resurja la izquierda revolucionaria en el país”. Así lo hizo. Moribundo, seguía con entusiasmo la lucha de los trabajadores de la educación contra la Alianza por la Calidad de la Educación.
Othón, uno de los tres grandes
Milenio Diario, p. 16/Opinión
Joel Ortega Juárez
Cincuenta años después de gran rebelión trabajadora muere Othón Salazar. Junto con Demetrio Vallejo y Valentín Campa, protagonizó el mayor y más radical intento por sacudir a los trabajadores del yugo del charrismo sindical. Los ferrocarrileros, encabezados por Vallejo y Campa, los maestros de primaria del DF de la sección 9 del SNTE, bajo el liderazgo de Othón Salazar, así como otros núcleos de petroleros, los chimales, los electricistas, tanto los del SME como los que ya empezaban a aglutinarse en tomo a Rafael Galván y los telefonistas dirigidos por Avecia y Velasco, todos estos movimientos de trabajadores sacudieron al aparato corporativo construido desde el Estado y con ello inauguraron un largo e intenso camino hacia la transformación política del país. Othón simboliza la resistencia tenaz contra un poder anacrónico y absurdo, incluso dentro del sistema capitalista, es insoportable continuar padeciendo la existencia del charrismo sindical. Ése es un reto ineludible.
La izquierda atinada
El Universal, p. 6/Ideas
Alejandro Encinas
Debo agradecer a Ruth Zavaleta la definición que hace de la corriente en que se inscribe. Somos -dice- la “izquierda institucional”, la que ha permitido el camino para llegar a acuerdos en el Congreso y afianzar un modelo de “gobierno compartido” (sic) en el ejercicio del poder en México. En la historia de México hay fenómenos políticos coincidentes, como en 1960 en pleno auge del autoritarismo. El PPS era el único partido de izquierda con registro y mantenía un compromiso para apoyar a la revolución hecha gobierno. Sin embargo, en junio de ese año el general Lázaro Cárdenas advertía: “México no está a salvo de una revolución” y “cuando se permite que se desarrollen los monopolios, se causa inquietud social y eso se traduce siempre en movimientos de revolución social”. Luego, el PCM, tras una importante movilización política y la suma de muchas voluntades de las izquierdas, abrió paso al reconocimiento legal y al posicionamiento nacional de una izquierda partidaria que se desdibuja hoy día.
Esto es un manicomio
Reforma, p. 12/Primera - Opinión
Felipe Díaz Garza
Sin duda hay un interés político torvo en la proposición legislativa para restablecer la pena de muerte como castigo a crímenes mayores, que ha sido empujada por el gobernador coahuilense Humberto Moreira, secundado por legisladores levantadedos que representan al gobernador y no al electorado. Humberto, igual de desfasado y oportunista que su antecesor Enrique Martínez y Martínez, quiere ser Presidente y encuentra combustible para la hoguera de su ambición en el miedo y en el enojo colectivos. Pero, con todo lo torvo y aprovechado de Moreira, lo cierto es que tampoco hay duda de que ese miedo y ese coraje populares existen y coexisten justificadamente, provocados por el avance de la delincuencia e incapacidad del gobierno para contenerla. Calderón, igual de dramático que Moreira, ha ofrecido reiteradamente utilizar toda la fuerza del Estado contra la delincuencia. Lamentablemente la fuerza del Estado y la del propio Calderón han resultado insuficientes en la práctica.
Pena de muerte: la impertinencia
Milenio Diario, p. 16/Opinión
Juan Gabriel Valencia
La propuesta de algunos priistas de reestablecer la pena de muerte, y por tanto, de abrir un debate para la valoración pública de los argumentos a favor y en contra refleja la carencia de oferta electoral sustantiva rumbo a los comicios de julio de 2009. Desde que se aprobó la propuesta del gobernador de Coahuila, vía un obsecuente Congreso local, se han vertido todo tipo de razones desde muy diversos ángulos de análisis, todos muy respetables. Mas no por respetables dejan todos de ser irrelevantes. El restablecimiento de la pena de muerte por la misma aritmética parlamentaria es imposible. Quienes promueven la apertura del debate ojalá estén conscientes de que discuten algo imposible de cambiar. Al menos por los próximos cuatro años. Si eso les divierte y los entretiene, adelante. El restablecimiento de la pena de muerte presagia que el tema de la inseguridad será ingrediente de las campañas en algunos estados gobernados por el PRI.
Qué pena
Milenio Diario, p. 14/Opinión
Rosario Robles
La decisión del Congreso de Coahuila de presentar una iniciativa para incorporar de nueva cuenta la pena de muerte a nuestra Constitución ha desatado una importante polémica. Más allá de las formas que empiezan a ser ya preocupantes con relación a la actuación del gobernador, es saludable que se abra un amplio debate. Si bien esta perspectiva es limitada al reducir la discusión nacional a la puesta en vigor de una pena determinada y no a la solución integral del grave problema de inseguridad pública que vive el país, sería absurdo negarse a ventilar esta o cualquier otra propuesta. Sin embargo lo importante es el hecho de que, precisamente en la antesala del proceso electoral de 2009, el gobernador coahuilense se haya propuesto utilizar políticamente, con interés electoral, el miedo que un amplio sector de la población siente frente a la amenaza creciente que representa la violencia del crimen organizado. (…) ¿Decidirá el pragmatismo electorero o los principios?
Pena de muerte: México no es todo el mundo
La Crónica de Hoy, p. 4/Opinión
José Sosa
He decidido escribir esta colaboración con el único propósito de hacer todavía más estridentes y radicales todas las reacciones que se han generado en contra de la decisión de los poderes públicos de Coahuila de reimplantar la pena de muerte. Y lo hago, no sólo por estar convencido como la mayoría de la población de este país de su necesidad, sino fundamentalmente por lo pertinente que resulta que los debates sobre los asuntos públicos sean llevados más allá de los estrechos límites que las élites políticas les han impuesto. No se trata de hacer a un lado los logros que en materia de derechos fundamentales se han venido obteniendo, con grandes esfuerzos, a lo largo de las últimas décadas. Es justamente lo contrario; poner a los derechos humanos en la primera línea del debate. Aceptar o negar la utilidad de la pena de muerte se debe fundamentar en la concepción más universal del derecho a la vida, y no en la irracionalidad de las creencias de ideólogos y obispos que sólo pretenden imponer su opinión a toda la sociedad.
¿Sin Fuerzas Armadas?
El Universal, p. 1/6/Ideas
José Luis Piñeyro
En la primera plana de El Universal del pasado miércoles aparecieron dos noticias alarmantes: la cifra récord acumulada de narcoejectuados, 5 mil 031 personas, monto mayor a los 4 mil 300 soldados estadounidenses muertos en cinco años de guerra en Irak, claro, sin incluir los 90 mil civiles fallecidos; mientras que la otra noticia apuntaba que había un rezago histórico y deterioro de las capacidades de defensa externa según un documento presentado a los legisladores por Guillermo Galván, el general secretario de la Defensa Nacional. Allí se señaló la necesidad de mayor presupuesto para evitar la degradación del poder militar que “en los próximos cinco años puede tornarse irreversible”, o sea, en 2013; además se destacó que se carecía de una política de defensa.
Razón de Estado
El Universal, p. 7/Ideas
César Cansino
Para quien revisa la prensa de la última semana, a raíz de que se cumplieron los primeros 100 días de vigencia del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, y de que resonó en la opinión pública el “¡Si no pueden, renuncien!” del empresario Alejandro Martí, podrá constatar sin dificultad un tono poco crítico de los medios en general hacia el gobierno con respecto a los resultados obtenidos por la puesta en marcha del acuerdo. El tono ha sido más bien benévolo, reconociendo algunos logros y señalando algunas carencias, o bien matizando que pese a que 100 días son muy pocos para obtener resultados palpables en asuntos tan delicados y complejos, el gobierno en sus distintos niveles ha alcanzado acuerdos históricos para definir una agenda coordinada de acción. ¿Por qué ese tono complaciente de los medios frente a una realidad avasallante que para los ciudadanos no admite maquillajes ni retóricas vacías? ¿Acaso hay una consigna mediática para que el malestar y la frustración sociales no rebasen un umbral de por sí crítico de protesta y cuestionamiento?
Balance
Reforma, p. 13/ Opinión
Jaime Sánchez
1. Felipe Calderón abrió su gobierno con el pie derecho. La reforma del sistema de pensiones del ISSSTE rompió un impasse de nueve años. No sólo eso. Abrió la puerta para operar reformas semejantes en el IMSS y en otras empresas paraestatales. 2. La reforma fiscal fue completa y absolutamente insuficiente. No se avanzó en la simplificación administrativa. En lugar de premiar el ahorro y la inversión se crearon nuevos impuestos para los empresarios. Además, no se atacó el problema fundamental: la evasión fiscal. 3. La reforma electoral aprobada por PRI, PAN y PRD fue más que un retroceso. Se atentó contra la libertad de expresión y contra el derecho a la información. Se lesionó la autonomía del IFE y se sobrerregularon los procesos electorales. 4. La reforma de Pemex se quedó corta. No se admitió la construcción de refinerías privadas para maquilar el petróleo. No hay ninguna evidencia de que el nuevo sistema de contratación le vaya a permitir a Pemex realizar exploración y perforación eficaces en aguas profundas. (…)
Origen y futuro
El Universal, p. 6/Ideas
Gerardo Unzueta
En su Plaza Pública del pasado lunes, Miguel Ángel Granados Chapa escribió que cuando nació el PRD en 1989 “no fue necesario que pugnara por su registro ante la Comisión Federal Electoral. Actuó desde entonces con el que el Partido Comunista Mexicano había obtenido una década atrás. En consecuencia, es un acto de amnesia moral, de deslealtad al origen, de mezquindad, el que las negociaciones coyunturales hayan dejado fuera de la lista de consejeros eméritos del PRD a Arnoldo Martínez Verdugo y a Gerardo Unzueta, miembros de aquel partido comunista”. En efecto, el sábado 29, el 6 Consejo Nacional del PRD llevó a cabo la elección de las 15 consejerías eméritas con las que se completaría el Consejo Nacional siguiente. El 11 Congreso Nacional delegó en favor de la dirección encabezada “de manera interina” por J. Guadalupe Acosta Naranjo el nombramiento de los “consejeros eméritos”; desde ese momento tal elección se convirtió en pasto del avorazamiento de los grupos de interés denominados corrientes.
Empleo, dinero e inmigrantes
El Universal, p. 14/Ideas
Antonio Rosas-Landa Méndez
Esta semana el Buró Nacional de Investigación económica concluyó lo que los habitantes de Estados Unidos hemos sentido desde hace tiempo: el país está en recesión. El diagnóstico fue que la contracción de la economía comenzó hace 12 meses. La mala noticia es que no se ve para cuándo repuntará. Las recesiones duran en promedio ocho meses, por lo que esta crisis va en camino de ser una de las más largas desde la depresión de 1929. Es la segunda recesión que vivo en este país y en verdad que nunca había visto algo parecido, descontando por supuesto la crisis de 1995 en México. En Chicago se multiplican los negocios que cierran sus puertas y el sueño americano que ya para algunos no era más que una breve siesta comienza a convertirse en pesadilla.
Othón Salazar: el predicador rojo
La Jornada, p. CP/12/Política
Luis Hernández Navarro
Cuando el pasado 4 de diciembre el corazón le dejó de latir, Othón Salazar tenía 84 años de edad, los riñones dañados y un derrame cerebral reciente, pero aún así estaba dedicado a tratar de reconstruir el partido comunista, levantar la conciencia del pueblo y luchar por el socialismo. Othón vivió como quiso vivir: como revolucionario. Murió como quiso morir: entre su gente, en una sencilla cama hecha de varas de bambú y petates, enterrado en Alcozauca y con la bandera de la hoz y el martillo, la bandera comunista, en su ataúd. A su viuda, Ester Edita Bazán, le alcanzó a decir antes de irse; “me voy contento porque estuve a tu lado, con la gente, aunque no te dejo nada”. Ocho años atrás, el maestro declaró: “Si mañana fuera el último día de mi vida, las horas que me restan las entregaría a poner mi grano de arena en la tarea gigantesca de lograr que resurja la izquierda revolucionaria en el país”. Así lo hizo. Moribundo, seguía con entusiasmo la lucha de los trabajadores de la educación contra la Alianza por la Calidad de la Educación.
Othón, uno de los tres grandes
Milenio Diario, p. 16/Opinión
Joel Ortega Juárez
Cincuenta años después de gran rebelión trabajadora muere Othón Salazar. Junto con Demetrio Vallejo y Valentín Campa, protagonizó el mayor y más radical intento por sacudir a los trabajadores del yugo del charrismo sindical. Los ferrocarrileros, encabezados por Vallejo y Campa, los maestros de primaria del DF de la sección 9 del SNTE, bajo el liderazgo de Othón Salazar, así como otros núcleos de petroleros, los chimales, los electricistas, tanto los del SME como los que ya empezaban a aglutinarse en tomo a Rafael Galván y los telefonistas dirigidos por Avecia y Velasco, todos estos movimientos de trabajadores sacudieron al aparato corporativo construido desde el Estado y con ello inauguraron un largo e intenso camino hacia la transformación política del país. Othón simboliza la resistencia tenaz contra un poder anacrónico y absurdo, incluso dentro del sistema capitalista, es insoportable continuar padeciendo la existencia del charrismo sindical. Ése es un reto ineludible.
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