Así viene la síntesis de artículos:
Demasiados pendientes
Reforma, p. 14/Primera - Opinión
JOSÉ WOLDENBERG
México logró, contra muchos pronósticos, que la diversidad política coexistiera en las instituciones estatales. Después de largos años de monopartidismo fáctico, y gracias a movilizaciones y conflictos recurrentes, se llevaron a cabo las reformas normativas e institucionales que permiten hoy la presencia del pluralismo político tanto en las esferas de gobierno como en los espacios legislativos. Se trató de un proceso tenso, complicado, pero venturoso porque sintonizó de mejor manera a los circuitos estatales con una sociedad abigarrada y diversa. Cualquiera que compare el mundo de la política de hoy y el de hace 20 años notará las diferencias. (…)
“Annus horrobilis”
El Universal, p. 19/Primera-Opinión
Manuel Bartlett
Fin de año, tiempo de balance y reflexión. Imposible la complacencia, llegamos a un final desastroso, año “horribilis”, como dijera la reina de Inglaterra. El miedo invade al país, horrorizan noticias, arraigos, limpiezas que sitúan el problema en las mismas agencias de seguridad, infiltrados dirigen el crimen desde adentro. Se publican libros, informes que revelan graves violaciones en el gobierno, cuatismos, corrupciones que exigen inútilmente aclaraciones, acciones. La Auditoría Superior denuncia en el Senado corrupción escandalosa en Pemex. Nada pasa, hasta que pase. El gobierno federal luce impotente, continúa en automático, sus cacareados triunfos, la reforma fiscal, las pensiones se hunden en la crisis. Incapaces de tocar el modelo neoliberal impuesto.
Dos presidentes ante una crisis
El Universal, p. 19/Primera-Opinión
Francisco Suárez Dávila
En los análisis de la crisis financiera actual se han puesto de moda las referencias históricas. Se recuerda cómo Roosevelt lanza en 1933 el New Deal para salir de la Gran Depresión de 1929 y se compara con las políticas anunciadas por Obama. En México, el presidente Cárdenas, un año después, 1934, impulsa la recuperación económica y la aprovecha para realizar grandes transformaciones. Ello contrasta con las acciones insuficientes y desarticuladas del presidente Calderón ante la presente crisis. La comparación entre los dos presidentes michoacanos resulta desproporcionada entre una de las grandes figuras históricas del siglo XX y un gobierno sensato, aún valiente, pero de liderazgo muy modesto. El propósito, como en otras comparaciones, es que el ejemplo histórico nos permita elevar las miras.
Enfrentando la crisis 2: desaprenda lo aprendido
El Financiero, p. 28/Opinion
Marco V. Herrera B.
La crisis que empezamos a vivir va más allá de una simple crisis. Es un cambio del entorno tal como lo conocemos y como lo hemos vivido en los últimos años. Esto tiene, en mi opinión, dos efectos básicos en la actitud del hombre: 1) La negación. Se ve reflejada en muchas actitudes: no querer ver los cambios del ambiente, no desear abandonar la zona actual de confort o, simple y sencillamente, rehusar adaptarse a las nuevas condiciones que nos presenta la situación, que además, bajo las circunstancias que estamos viviendo, seguramente van a ser muy drásticas. 2) El miedo. Miedo natural a una situación desconocida y a, en un momento dado, perder lo que uno ha podido, bien o mal, ganar con el esfuerzo de los últimos años de trabajo. Estas actitudes fomentaron de manera importante la especulación, la cual, básicamente, es el origen de esta crisis.
Hagamos posible el cambio
El Financiero, p. 29/Opinion
Fernando Schütte Elguero
Lamentablemente, todos sabemos que vivimos en un país en donde la impunidad se ha convertido en el pan nuestro de cada día. Vive en impunidad desde aquel que se libra de una multa corrompiendo a una autoridad mediante la “mordida”, hasta aquel capo máximo de alguna red de narcotraficantes que opera con absoluta libertad estando al amparo de las autoridades. Quienes se dedican a delinquir deben estar felices viviendo en el país “del no pasa nada”, un lugar en donde sus delitos pocas veces se denuncian, y cuando la gente se atreve a hacerlo pocas veces se castigan; aún peor, suponiendo que alguno de ellos llegue a pisar un reclusorio, aprenderán irremediablemente a perfeccionar su oficio indigno y a ampliar sus redes de felonías.
El informe de la Suprema Corte
Milenio Diario, p. 17/Opinión
Diódoro Carrasco Altamirano
En un contexto de fuerte insatisfacción de la opinión ciudadana por los todavía insuficientes resultados de la lucha contra la inseguridad y la impunidad, alienta el esfuerzo de instituciones de la República que pesé a todo, están haciendo su parte sin aspavientos y buscando dar respuesta a los retos planteados por la sociedad. Tal es el caso del Poder Judicial de la Federación y, en particular, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En el informe presentado por el ministro presidente, Guillermo Ortiz Mayagoitia, se afirma que 2008 fue el año de la transparencia de la Corte, pero igual se podría decir que fue el año en que la Corte fue emplazada a responderá múltiples requerimientos y retos sociales (los “amparos colectivos” contra la ley del ISSSTE, por ejemplo), y dar cuenta de la manera como ésta respondió.
¡Ay!, las izquierdas
La Jornada, p. 22/Opinión
Octavio Rodríguez Araujo
Las izquierdas mexicanas no se encuentran a sí mismas. Quienes se apoderaron hegemónicamente del Partido de la Revolución Democrática enseñaron el cobre y confirmaron sus tendencias, que ya habíamos visto con Ruth Zavaleta desde que le guardó el asiento a Manlio Fabio Beltrones el primero de diciembre de 2006 en la Cámara de Diputados. Los llamados chuchos (Nueva Izquierda) se han querido presentar como los “racionales”, cuya oposición puede ser negociada en la consabida dinámica oportunista del “buen entendimiento” institucional (…) La oposición, según la entienden, es un elemento para negociar, no para oponerse. Los principios, si algunos, no cuentan. Lo que vale para ellos son los cargos que puedan ganar, el financiamiento público, las prebendas y las pequeñas cuotas de poder aunque sea para dar la nota en los medios. Se sienten la mayoría en su partido porque así lo dijo el tribunal que dos años antes cuestionaban, y tal vez lo sean (…)
Doña Amalia y los “niños de la guerra”
La Jornada, p. 22/Opinión
Adolfo Sánchez Rebolledo
El nombre de doña Amalia Solórzano será recordado, entre otros motivos importantes, por su trabajo a favor de los casi 500 “niños de la guerra” que en 1937 México acogió en un gesto de humanitarismo y afirmación solidaria con la República española. A la cabeza del Comité Mexicano de Ayuda a los Niños del Pueblo Español -organismo civil integrado por voluntarias y sostenido por las organizaciones sociales y sindicales destacadas por su actitud antifascista- tocó a la esposa del presidente Lázaro Cárdenas hacer las gestiones necesarias para la estancia temporal en México -en muchos casos definitiva- de aquellas pequeñas víctimas inocentes de la guerra (no sólo huérfanos) enviadas a nuestro país a fin de sustraerlas de los horrores de la contienda fratricida. Hoy, cuando doña Amalia ha fallecido y el tiempo parece echar un velo sobre aquellos hechos, conviene volver a recordar su significado, así fuera para comparar lo que va de aquel humanitarismo promovido por el cardenismo a las actitudes caritativas de hoy, las cuales, con gran ostentación mediática, convierten la causa más justa en una marca comercial cualquiera.
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