miércoles, diciembre 24, 2008

Comentocracia: Festín de agiotistas


Así viene la síntesis de artículos:

Artículos


Festín de agiotistas
El Universal, p. 17/Primera-Opinión
Alejandro Gertz Manero
Los mexicanos vivimos asediados por prestamistas y extorsionadores financieros disfrazados de banqueros, fondistas de pensiones, promotores de tarjetas de crédito y concesionarios de casas de préstamos, quienes esquilman a una población indefensa y asolada por la necesidad y la imprevisión. En nuestro país las tasas de interés en tarjetas de crédito multiplican los niveles de cualquier otra nación, mientras los costos por servicios bancarios no tienen paralelo ni referencia con lo que cobran en sus casas matrices; mientras en la orgía de las tarjetas de crédito que se regalaron a diestra y siniestra, en una conducta irresponsable y criminal, ahora ya no las están pagando, y los que sí cumplen tienen que cubrir el daño de los morosos, como si los bancos no fueran los verdaderos responsables por haber repartido esas tarjetas tan frívolamente. En ese mismo entorno se han multiplicado como hongos las casas de empeño que cobran intereses que ruborizarían al peor usurero, en un atraco a las necesidades más apremiantes de quienes no midieron las consecuencias de sus deudas.


Colombia: ¿'administrar' el narco?

Reforma, p. 14/Primera - Opinión
Jorge Castañeda
Uno de los elementos para la discusión actual en México sobre la guerra contra el narco es la experiencia colombiana. Para aclarar paradas, conviene subrayar de entrada que este autor no cree ni en la “colombianización” de México ni en las analogías supuestamente evidentes entre ambos países. México no tiene, ni ha tenido, ni hay ninguna razón para pensar que tenga en el futuro, un reto guerrillero-revolucionario-subversivo-terrorista. Quien quiera aferrarse a estos mitos, desde el 94 hasta Morelia en septiembre pasado, lo hace por una agenda política válida, pero ajena al análisis de los hechos. Usar comparaciones con Colombia para mostrar el deterioro o el éxito mexicano es una tergiversación de la historia, de la geografía, y de las dimensiones de los dos países. Lo que sigue debe ser tomado sólo como un catalizador de reflexión y debate, no como modelo o contraejemplo.


La economía en 2009

El Universal, p. 17/Primera-Opinión
Rogelio Ramírez de la O
Los problemas desde 2007 han tomado por sorpresa al gobierno de Calderón, habiendo pasado más de un año argumentando que no había recesión, en lugar de tomar medidas urgentes. Hoy el cúmulo de problemas económicos concretos es tan amplio que ni siquiera alcanzaría este espacio para enunciarlos. Vale la pena concentrarse en un problema muy grande, aún inadvertido en todas sus consecuencias. El precio del petróleo se seguirá debilitando y no es de sorprenderse que alcance niveles como los de los años 80. Imaginemos lo que significa que el precio de la mezcla mexicana de petróleo exportado fue de 133 dólares por barril en julio y a mediados de diciembre alcanzó 33 dólares, cuando el petróleo aporta 44% del presupuesto.

Camisa de 11 varas

El Economista, p. 37/Opinión
Armando Chacón
Con la guerra contra el narco, la violencia en México ha escalado de manera insostenible. Las ejecuciones y decapitaciones de militares con la advertencia de vendettas al 10 por uno se proponen como medida de éxito en los comunicados oficiales. Dichos comunicados incluyen el reconocimiento de casi 7,000 ejecuciones en el 2007, así como hallazgos sobre la complicidad de miembros de la autoridad involucrados y las enormes sumas que reciben a cambio. Aunque no se multipliquen las ejecuciones por 10, la situación pone en inminente riesgo el Estado de Derecho y la gobernabilidad. Hemos llegado a un dilema donde no se puede echar para atrás el Estado mexicano ante las amenazas, pero tampoco parece sostenible escalar aún más la violencia.



El mayor placer

Reforma, p. 13/Primera - Opinión
Manuel J. Jáuregui
Vaya que si a nuestra clase política le entró fuerte el espíritu navideño.
¡Andan muy espléndidos con la lana... ajena!
Comprobado está que no hay mayor placer que gastar el dinero ajeno, y tratándose de este menester en México dicha facultad es prácticamente el deporte nacional para nuestra clase política, tan generosa consigo misma a la hora de repartirse el botín, pero tan frugal para entregar resultados al pueblo de México. Ya vieron ustedes, amables lectores, con qué gusto se despachan con la cuchara grande en el abrevadero de nuestros impuestos tanto legisladores, como alcaldes y prácticamente todo funcionario público con acceso al erario.

La venganza de los políticos

El Universal, p. 16/Primera-Opinión
Mauricio Merino
Una vez más, los políticos que desordenan a México desde la 60 Legislatura se volvieron a equivocar. Algún día, cuando baje la bruma de la propaganda oficial, vendrá la conciencia del daño que le han causado al país. Pero ya puede afirmarse, sin titubeos, que esta Legislatura ha sido al Legislativo lo mismo que el sexenio de Fox al Ejecutivo: tiempo democrático malgastado. Ahora decidieron modificar el Código Penal para clausurar el acceso a las averiguaciones previas, ya concluidas, del Ministerio Público. Pero ya no hay que pedirle peras al olmo: nuestros legisladores no tienen, ni mucho menos comparten, un proyecto democrático para México. Lo que tienen es puro pragmatismo político. Han actuado conforme a las negociaciones del día y siguiendo los mandatos imperativos de sus partidos, según van soplando los vientos.

Pendientes electorales

El Universal, p. 17/Primera-Opinión
Lorenzo Córdova Vianello
El año que termina fue de una intensa actividad legislativa en materia electoral. Como consecuencia de la reforma constitucional de noviembre de 2007, seis ordenamientos legales fueron modificados en este año: el Cofipe, en enero; la Ley Orgánica del Congreso, en abril; y la Ley de Instituciones de Crédito, el Código Fiscal de la Federación, la Ley Orgánica del Poder Judicial y la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, en junio. Se trató de cambios que permitieron dar operatividad a muchas de las nuevas reglas establecidas en la Constitución; una reforma legislativa a medias. Son muchas y delicadas las modificaciones legales que se quedaron en el tintero, lo que ha provocado que las autoridades electorales tengan que enfrentar el proceso comicial de 2009 con herramientas jurídicas, en ocasiones, insuficientes. Vale la pena recordar los grandes pendientes legislativos en esta materia.

Echarle ganas

Reforma, p. 15/Primera - Opinión
Sergio Aguayo
Noche de paz, seguida de días propicios para la reflexión. ¿Por qué la mayoría de los mexicanos son tan pasivos y dejados? ¿Sacudirá la crisis esta actitud? “Ésa o ése, tiene problemas con la autoridad”. Así descalifican a quienes se inconforman con la ineficiencia gubernamental, o con el mal servicio de alguna empresa. Olvidan cuán irritantes son la desigualdad, las injusticias y los modos de los poderosos de este país. Por otro lado, los protestones somos una minoría superada por dos tercios de conformistas que, según encuestas, hacen chuza con las normas del sentido común más elemental. Aquí no aplica el enunciado de Nicolás Maquiavelo: “lo que importa no son las intenciones del Príncipe, sino los resultados”. En México a nuestros “Príncipes” y “Princesas” (Presidente, gobernadores, munícipes, líderes sindicales, etcétera) se les disculpa todo.

¿Cero tolerancia o cero efectividad?

La Jornada, p. 14/Opinión
Irma Eréndira Sandoval*
El nuevo Programa Nacional de Rendición de Cuentas, Transparencia y Combate a la Corrupción anunciado con bombo y platillo el pasado 9 de diciembre por Felipe Calderón no es un “programa”, ni es “nuevo”, ni tiene que ver con el combate a la corrupción y mucho menos con la rendición de cuentas. Es más bien un desesperado intento por simular la existencia de una estrategia integral en la materia ante el evidente fracaso de la lucha por limpiar la administración pública federal a dos años de haber tomado el poder. Las prioridades del “programa” se quedan en un listado de buenos deseos: consolidar la transparencia, fortalecer la fiscalización, promover la cultura de la legalidad, establecer mecanismos de coordinación institucional, etcétera. (…)

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