Así viene la síntesis de artículos:
Cómo los vamos a matar
Reforma, p. 16/Opinión
Jesús Silva-Herzog Márquez
El gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, ha desatado una polémica sobre la pena de muerte. Quiere que en su estado se pueda ejecutar a ciertos delincuentes. Así se hace en EU, cuya Constitución deja a las entidades la libertad de imponer ese castigo. El promotor del debate se adelanta, presuroso, a marcar con claridad los contornos de la polémica. El gobernador se deleita con las variedades de la aniquilación: fusilamiento, degüello, ahorcamiento e introduce su peculiar humor: debemos considerar también la ejecución light a través de la inyección letal. Tras el listado, el gobernador comunica su preferencia por el mexicano método del pelotón frente al fusilado. Además de ser una tradición patria, resulta ser un método económico. De acuerdo con los cálculos del gobernador es más barata una bala que una inyección de veneno mortal.
Jugar con fuego
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Macario Schettino
El gobernador de Coahuila inició una cruzada a favor de la pena de muerte que nos ayuda a entender varios problemas que enfrenta México hoy. Primero, la propuesta del gobernador fue rápidamente secundada por su Congreso local, como es normal en las entidades, donde los diputados son empleados del virrey. Segundo, fue arropada por el PRI, lo que muestra una estrategia concertada de carácter electoral. Tercero, en todos los medios en que esta propuesta se utilizó para recoger opiniones del público, más del 8o°/o respaldó la idea de instaurar la pena de muerte. Este último fenómeno es una demostración primitiva de nuestra sociedad Como ha sido mostrado en estudios sociales, mientras menor es la organización de la sociedad y la cohesión, mayor es la búsqueda de venganza. Robert Putnam, en Making Democracy Work (1993) encuentra que a menor “comunidad cívica” mayor es el apoyo a leyes más estrictas. La pena de muerte es un instrumento bruto cuando no hay Estado de Derecho. Proponerla es intentar un liderazgo más allá de la ley, como lo hace ahora el gobernador de Coahuila, o como lo hizo hace unos años el jefe de gobierno del DF frente a los linchamientos que calificó de costumbres venerables del pueblo. Populismo, se llama.
Muerte de pena
Excélsior, p. 28/ Nacional
Agustín Basave
La polémica sobre la pena de muerte está poniendo a prueba a muchos políticos mexicanos. La mayoría de la gente quiere ese castigo para los crímenes más graves; comprensible en tiempos de delincuencia desbocada. Nuestra sociedad está enojada y asustada y así es difícil pedirle que privilegie la serenidad, que analice estadísticas, que tome en cuenta consideraciones morales. Las reglas de convivencia social no son instintivas. Son producto de la reflexión racional y la contención de la vertiente emocional de la naturaleza humana. El ojo por ojo será siempre más popular que los derechos de un reo. La prohibición cabal de la pena de muerte se elevó hace poco a rango constitucional. Pero ahora, en medio de la inseguridad galopante y de la difusión de crímenes execrables, las cosas son distintas. Digamos que en ese punto se encuentran una apetitosa oferta y una desenfrenada demanda de votos. Cuidado, porque las encuestas se podrían voltear y a quienes hoy se erigen en adalides de la pena de muerte mañana les podría ganar la muerte de pena.
“Estado policial” o sin-Estado
El Economista, p. 61/Política y Sociedad
Cesáreo Morales
Ante el aumento semanal de ejecutados, secuestros y otros delitos con violencia y debiendo reconocer que gobiernos, autoridades y policías no pueden, se dice entre alarma, piedad y buena fe, “lo que no queremos es un ''Estado policial''“. Los que así acuden al “no queremos”, han de recordar o saber que en ese término suenan referencias a un tiempo que ha girado sobre sí mismo cientos de veces y que ahora abandona democracia, derecho y el imposible vivir juntos, al sin resguardo de la violencia. Fue tiempo, inminencia, víspera de la revolución y el concepto levantaba atinadamente el índice hacia lo represivo, aparato, máquina, bastón, “Estado policial”.
Los 4 Méxicos
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Ricardo Raphael
Un día sí y otro también se reclama a los gobernantes, jueces, soldados, policías y fiscales que sean tan ineficaces para frenar la violencia, que se hayan dejado corromper por las mafias, que no cuenten con funcionarios profesionales para asegurar el ejercicio de la ley; en fin, que por su responsabilidad el Estado haya sido suplantado por redes privadas dedicadas al crimen, el secuestro y la extorsión. Todas son recriminaciones validas. Cuando el poder público no es capaz de asegurarle a sus ciudadanos una existencia social pacífica, se está en” presencia de un Estado fallido, o peor aún, de un Estado depredador.
Posiciones irreconciliables
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Demetrio Sodi de la Tijera
Estoy convencido que la fractura en el PRD no se va a dar, pero también creo que las posiciones de Nueva Izquierda (los Chuchos) e Izquierda Unida (López-Obradoristas) son irreconciliables. No es un problema de ideologías o disputa por los recursos del partido, sino de la estrategia que debe seguir el partido en relación con el gobierno de Calderón con miras a las elecciones de 2012. Para AML0 la estrategia es: cero colaboración, diálogo y reconocimiento al Presidente, mientras que tos Chuchos le apuestan al diálogo con el gobierno, los diferentes sectores y demás fuerzas políticas. López Obrador le apuesta al fracaso del gobierno y, como consecuencia, al reposicionamiento del PRD y de su imagen personal como líder de un movimiento nacional por el cambio; mientras que tos Chuchos creen que una oposición de izquierda moderada va a ser mejor valorada por la mayoría de la población.
Tribunal
Reforma, p. 15/Primera - Opinión
Eduardo R. Huchim
El TEPJF emitió en 2008 una serie de sentencias que representan una preocupante instauración de criterios poco ortodoxos que auguran, de continuarse por esa ruta, ahondamiento de litigios y enconos interpartidarios e intrapartidarios. Me ocupo de dos casos que, no siendo los únicos, figuran entre los más relevantes: 1. Registro de un nuevo partido. En agosto, el TEPJF revocó la resolución del IFE que negó su registro como partido a la agrupación política nacional Rumbo a la Democracia, vinculada a la Unión de Trabajadores de la Industria de la Construcción. 2. La presidencia del PRD. Fueron tantas y tan graves las irregularidades ocurridas durante el proceso electoral del PRD para elegir a su dirigencia nacional, que a sus órganos internos no les quedó más que anular los comicios. Si bien Ortega es ya el presidente del PRD, por sentencia del TEPJF, hay un elemento olvidado que apunta a otra dirección: los dos conteos rápidos contratados por este partido dieron como triunfador a Encinas.
La inteligencia ante la crisis
Excélsior, p. 28/Primera: Nacional
Mario Luis Fuentes
Las estimaciones que ha hecho hasta ahora el Coneval indican que la crisis económica en todo el mundo tendrá severas consecuencias para la población nacional, en particular los más pobres y quienes viven la precariedad laboral. De acuerdo con el Informe 2008 de ese organismo, en México los ingresos de las personas se han mantenido prácticamente sin cambios en los últimos 14 años; señala, además, que entre 1998 y 2006 la inflación se mantuvo controlada, lo que se identifica como el principal factor de la lenta pero paulatina reducción de la pobreza. Frente a un escenario tal, el reto, tanto del gobierno federal como de los estados, consiste en tener la capacidad suficiente para comprender que sus proyectos iniciales de gobierno ya no podrán realizarse o no al menos en los términos y plazos planteados al inicio de las distintas administraciones. Lo sorprendente es que ni el gobierno federal ni los estatales han planteado públicamente que llevarán a cabo la revisión tanto del Plan Nacional de Desarrollo como de los planes estatales de desarrollo, en función de la crisis.
Estado doblegado
Milenio Diario, p. 18/Opinión
José Luis Reyna
Las elecciones intermedias de 2009 servirán para tomarle el pulso político, y otros signos vitales, a las de 2012. Faltan casi cuatro años para que esto ocurra, pero el principio político mexicano de siempre sigue vigente: “hay que madrugar”, en el sentido amplio del término. El PRI, el más “colmilludo” de todos los partidos, aprendió bien la lección de 2006. Sus dirigentes se han encargado de propagar que no habrá división, como la que propició Roberto Madrazo en el interior de la otrora poderosa maquinaria electoral. El PAN, cuya actual dirigencia nació para perder, ha incorporado a uno de los colaboradores de confianza de Felipe Calderón para garantizar una derrota decorosa. La transición mexicana no ha ido del autoritarismo a la democracia. La verdadera transición ha ido de un Estado poderoso a uno doblegado que puede poner al país en la categoría de inviable.
Cómo los vamos a matar
Reforma, p. 16/Opinión
Jesús Silva-Herzog Márquez
El gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, ha desatado una polémica sobre la pena de muerte. Quiere que en su estado se pueda ejecutar a ciertos delincuentes. Así se hace en EU, cuya Constitución deja a las entidades la libertad de imponer ese castigo. El promotor del debate se adelanta, presuroso, a marcar con claridad los contornos de la polémica. El gobernador se deleita con las variedades de la aniquilación: fusilamiento, degüello, ahorcamiento e introduce su peculiar humor: debemos considerar también la ejecución light a través de la inyección letal. Tras el listado, el gobernador comunica su preferencia por el mexicano método del pelotón frente al fusilado. Además de ser una tradición patria, resulta ser un método económico. De acuerdo con los cálculos del gobernador es más barata una bala que una inyección de veneno mortal.
Jugar con fuego
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Macario Schettino
El gobernador de Coahuila inició una cruzada a favor de la pena de muerte que nos ayuda a entender varios problemas que enfrenta México hoy. Primero, la propuesta del gobernador fue rápidamente secundada por su Congreso local, como es normal en las entidades, donde los diputados son empleados del virrey. Segundo, fue arropada por el PRI, lo que muestra una estrategia concertada de carácter electoral. Tercero, en todos los medios en que esta propuesta se utilizó para recoger opiniones del público, más del 8o°/o respaldó la idea de instaurar la pena de muerte. Este último fenómeno es una demostración primitiva de nuestra sociedad Como ha sido mostrado en estudios sociales, mientras menor es la organización de la sociedad y la cohesión, mayor es la búsqueda de venganza. Robert Putnam, en Making Democracy Work (1993) encuentra que a menor “comunidad cívica” mayor es el apoyo a leyes más estrictas. La pena de muerte es un instrumento bruto cuando no hay Estado de Derecho. Proponerla es intentar un liderazgo más allá de la ley, como lo hace ahora el gobernador de Coahuila, o como lo hizo hace unos años el jefe de gobierno del DF frente a los linchamientos que calificó de costumbres venerables del pueblo. Populismo, se llama.
Muerte de pena
Excélsior, p. 28/ Nacional
Agustín Basave
La polémica sobre la pena de muerte está poniendo a prueba a muchos políticos mexicanos. La mayoría de la gente quiere ese castigo para los crímenes más graves; comprensible en tiempos de delincuencia desbocada. Nuestra sociedad está enojada y asustada y así es difícil pedirle que privilegie la serenidad, que analice estadísticas, que tome en cuenta consideraciones morales. Las reglas de convivencia social no son instintivas. Son producto de la reflexión racional y la contención de la vertiente emocional de la naturaleza humana. El ojo por ojo será siempre más popular que los derechos de un reo. La prohibición cabal de la pena de muerte se elevó hace poco a rango constitucional. Pero ahora, en medio de la inseguridad galopante y de la difusión de crímenes execrables, las cosas son distintas. Digamos que en ese punto se encuentran una apetitosa oferta y una desenfrenada demanda de votos. Cuidado, porque las encuestas se podrían voltear y a quienes hoy se erigen en adalides de la pena de muerte mañana les podría ganar la muerte de pena.
“Estado policial” o sin-Estado
El Economista, p. 61/Política y Sociedad
Cesáreo Morales
Ante el aumento semanal de ejecutados, secuestros y otros delitos con violencia y debiendo reconocer que gobiernos, autoridades y policías no pueden, se dice entre alarma, piedad y buena fe, “lo que no queremos es un ''Estado policial''“. Los que así acuden al “no queremos”, han de recordar o saber que en ese término suenan referencias a un tiempo que ha girado sobre sí mismo cientos de veces y que ahora abandona democracia, derecho y el imposible vivir juntos, al sin resguardo de la violencia. Fue tiempo, inminencia, víspera de la revolución y el concepto levantaba atinadamente el índice hacia lo represivo, aparato, máquina, bastón, “Estado policial”.
Los 4 Méxicos
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Ricardo Raphael
Un día sí y otro también se reclama a los gobernantes, jueces, soldados, policías y fiscales que sean tan ineficaces para frenar la violencia, que se hayan dejado corromper por las mafias, que no cuenten con funcionarios profesionales para asegurar el ejercicio de la ley; en fin, que por su responsabilidad el Estado haya sido suplantado por redes privadas dedicadas al crimen, el secuestro y la extorsión. Todas son recriminaciones validas. Cuando el poder público no es capaz de asegurarle a sus ciudadanos una existencia social pacífica, se está en” presencia de un Estado fallido, o peor aún, de un Estado depredador.
Posiciones irreconciliables
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Demetrio Sodi de la Tijera
Estoy convencido que la fractura en el PRD no se va a dar, pero también creo que las posiciones de Nueva Izquierda (los Chuchos) e Izquierda Unida (López-Obradoristas) son irreconciliables. No es un problema de ideologías o disputa por los recursos del partido, sino de la estrategia que debe seguir el partido en relación con el gobierno de Calderón con miras a las elecciones de 2012. Para AML0 la estrategia es: cero colaboración, diálogo y reconocimiento al Presidente, mientras que tos Chuchos le apuestan al diálogo con el gobierno, los diferentes sectores y demás fuerzas políticas. López Obrador le apuesta al fracaso del gobierno y, como consecuencia, al reposicionamiento del PRD y de su imagen personal como líder de un movimiento nacional por el cambio; mientras que tos Chuchos creen que una oposición de izquierda moderada va a ser mejor valorada por la mayoría de la población.
Tribunal
Reforma, p. 15/Primera - Opinión
Eduardo R. Huchim
El TEPJF emitió en 2008 una serie de sentencias que representan una preocupante instauración de criterios poco ortodoxos que auguran, de continuarse por esa ruta, ahondamiento de litigios y enconos interpartidarios e intrapartidarios. Me ocupo de dos casos que, no siendo los únicos, figuran entre los más relevantes: 1. Registro de un nuevo partido. En agosto, el TEPJF revocó la resolución del IFE que negó su registro como partido a la agrupación política nacional Rumbo a la Democracia, vinculada a la Unión de Trabajadores de la Industria de la Construcción. 2. La presidencia del PRD. Fueron tantas y tan graves las irregularidades ocurridas durante el proceso electoral del PRD para elegir a su dirigencia nacional, que a sus órganos internos no les quedó más que anular los comicios. Si bien Ortega es ya el presidente del PRD, por sentencia del TEPJF, hay un elemento olvidado que apunta a otra dirección: los dos conteos rápidos contratados por este partido dieron como triunfador a Encinas.
La inteligencia ante la crisis
Excélsior, p. 28/Primera: Nacional
Mario Luis Fuentes
Las estimaciones que ha hecho hasta ahora el Coneval indican que la crisis económica en todo el mundo tendrá severas consecuencias para la población nacional, en particular los más pobres y quienes viven la precariedad laboral. De acuerdo con el Informe 2008 de ese organismo, en México los ingresos de las personas se han mantenido prácticamente sin cambios en los últimos 14 años; señala, además, que entre 1998 y 2006 la inflación se mantuvo controlada, lo que se identifica como el principal factor de la lenta pero paulatina reducción de la pobreza. Frente a un escenario tal, el reto, tanto del gobierno federal como de los estados, consiste en tener la capacidad suficiente para comprender que sus proyectos iniciales de gobierno ya no podrán realizarse o no al menos en los términos y plazos planteados al inicio de las distintas administraciones. Lo sorprendente es que ni el gobierno federal ni los estatales han planteado públicamente que llevarán a cabo la revisión tanto del Plan Nacional de Desarrollo como de los planes estatales de desarrollo, en función de la crisis.
Estado doblegado
Milenio Diario, p. 18/Opinión
José Luis Reyna
Las elecciones intermedias de 2009 servirán para tomarle el pulso político, y otros signos vitales, a las de 2012. Faltan casi cuatro años para que esto ocurra, pero el principio político mexicano de siempre sigue vigente: “hay que madrugar”, en el sentido amplio del término. El PRI, el más “colmilludo” de todos los partidos, aprendió bien la lección de 2006. Sus dirigentes se han encargado de propagar que no habrá división, como la que propició Roberto Madrazo en el interior de la otrora poderosa maquinaria electoral. El PAN, cuya actual dirigencia nació para perder, ha incorporado a uno de los colaboradores de confianza de Felipe Calderón para garantizar una derrota decorosa. La transición mexicana no ha ido del autoritarismo a la democracia. La verdadera transición ha ido de un Estado poderoso a uno doblegado que puede poner al país en la categoría de inviable.
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