Así viene la síntesis de artículos:
Slim, la crisis, el pasmo y la pachorra
Excélsior, p. 41/Primera-Opinión
Humberto MussachioDe acuerdo con cifras del Banco de México, el alza de precios durante el pasado mes de noviembre fue la mayor en siete años y la inflación acumulada durante el año anda en 6.23%, fenómeno al que contribuye con irresponsable entusiasmo el propio gobierno con los aumentos a gas, electricidad y gasolinas, al extremo de que el combustible para los automóviles ya es más caro en México que en Estados Unidos. Después de la electricidad, las mayores alzas han ocurrido en alimentos como jitomate, carne de res y tomate verde; luego viene el aumento en la mensualidad de la casa comprada a crédito, pues la banca, a ciencia y paciencia de la Condusef, ha aumentado desmesuradamente sus tasas de interés. Le siguen los precios de las muy proletarias loncherías y el huevo.
Pena de muerte
Reforma, p. 18/Primera - Opinión
José Woldenberg
De nuevo se pone a discusión la pertinencia de aplicar la pena de muerte; ahora, dicen, para los secuestradores que asesinen a sus víctimas. El triste mérito de la iniciativa debe asignársele al gobernador Humberto Moreira, acompañado del Congreso de Coahuila y el Partido Verde. Se trata de una medida -según ellos- para hacerle frente a la espiral delictiva y poner un freno a las bandas criminales. Una vuelta a la añeja consigna de “ojo por ojo, diente por diente”.
Acerca de la pena de muerte
Milenio Diario, p. 17/Opinión
Diódoro Carrasco Altamirano
No podía ser más inoportuna la postura de una parte del PRI y del Partido Verde Ecologista, en el sentido de promover sendas iniciativas para restaurar la pena de muerte en nuestro país. Pues ayer se cumplieron exactamente 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que ha sido signada por todas las naciones civilizadas (en particular por los países que son Estados miembros de la ONU), declaración que se pronuncia claramente por erradicar de los códigos penales la llamada pena capital. Los argumentos en contra de la pena de muerte son muchos y vienen de muy lejos, cuando menos desde fines del siglo XVIII con las elaboraciones de Cesare Beccaria, quien se manifestó claramente en contra de tal castigo por ser “un ejemplo de barbarie”. (…)
¿Por qué queremos la pena de muerte?
Excélsior, p. 40/Primera-Opinión
Rafael Álvarez Cordero
Como millones de mexicanos. Como millones de compatriotas considero que es el valor más importante y, por eso, considero que la pena de muerte no es la solución para disminuir la delincuencia rampante que padecemos. Entonces, ¿por qué tres de cada cuatro mexicanos queremos la pena de muerte? Queremos la pena de muerte porque 200 años después de la Independencia, 100 años después de la Revolución (sic), 70 años de priato, ocho años después del panato, la impunidad es el sello distintivo de todo el sistema judicial mexicano.
Qué pena, la muerte
Milenio Diario, p. 16/Opinión
Elíseo Alberto
El tema de “la Pena de Muerte” ha ocupado en estos días muchas páginas de reflexiones -apasionadas una, serenas otras- y de alguna manera polarizó la opinión pública de un país, México, donde La Parca (también llamada La Calaca o La Pelona o simplemente Ella) es un personaje tan habitual como el tragafuegos que escupe gasolina bajo el péndulo de un semáforo. Sobre este tan debatido asunto no hay medias tintas posibles -sólo dos posturas opuestas: estás a favor o en contra. Luego vienen razonamientos legales, históricos, religiosos, clínicos, políticos, piadosos o crueles (…)
Inseguridad en el Consejo
La Jornada, p. 26/Opinión
Jorge Eduardo Navarrete
Como se sabe, hace un mes México fue electo para servir en el Consejo de Seguridad en el bienio 2009-2010. La voz oficial festinó el hecho, al proclamarlo -dijo el representante permanente ante la ONU- como “una demostración de gran confianza en México por parte de la comunidad internacional, de la política exterior de México, de la política exterior del gobierno del presidente Felipe Calderón, de que realizaremos una contribución muy positiva a los trabajos del Consejo de Seguridad”. Es cierto que, junto con Uganda, México alcanzó la mayor votación en la Asamblea General, pero se debió, más que a méritos propios, a que ambos fueron candidatos únicos y formalmente respaldados por sus respectivas regiones. Sorprende en esta declaración del por lo general cuidadoso embajador Heller la distinción entre la política exterior del país y la de Calderón. (…)
¿Dejar hacer, dejar cobrar?
El Universal, p. 16/Primera-Opinión
Ciro Murayama
Aunque son frecuentes las críticas a la ineficiencia del sector financiero y a las excesivas comisiones de la banca, tuvo que ser Carlos Slim quien pusiera el cascabel para que éste hiciera ruido: es inaceptable que la banca cobre “tasas que están 10 veces por arriba de lo que se capta”, por lo que “se debe poner un techo a estas tasas de interés, ya que al no haber competencia en este segmento, este problema del sistema financiero no se resolverá por la vía del mercado”. Y remató el presidente del Grupo Carso: “Estas tasas son insostenibles, impagables en la mayoría de los casos”.
No al juego
El Universal, p. 17/Primera-Opinión
Enrique del Val Blanco
Uno de los grandes problemas que nuestro país ha tenido con los gobiernos panistas es su desconocimiento de la historia nacional, desde la conquista hasta nuestros días. Hay varias muestras de ello y una de ellas es el apoyo que han dado al establecimiento de casas de juego en todo el territorio vía la modificación de la ley vigente, con el beneplácito de varios de los partidos políticos representados en el Congreso de la Unión. Un poco de historia ayudaría a saber, por ejemplo, que el juego era posible en México hasta la llegada al poder del presidente Cárdenas que, tomando en cuenta las circunstancias del momento, y sobre todo a quién beneficiaba, lo prohibió.
Dinero, maletines y video
Excélsior, p. 40/Primera-Opinión
BenitoNacif
Durante los videoescándalos de 2004, los mexicanos vimos lo que podría considerarse el “talón de Aquiles” de nuestra democracia. Un empresario, Carlos Ahumada, entregaba dinero en efectivo a Rene Bejarano, operador político de Andrés Manuel López Obrador. En el video, exhibido en cadena nacional, Bejarano primero llenó un maletín con billetes y luego se metió fajos sobrantes en los bolsillos. Según las declaraciones de Bejarano, era un donativo para las campañas electorales en el Distrito Federal. La principal sospecha fue que se trataba de un típico caso de compra de influencias. Un empresario hacía donaciones a cambio de un trato favorable en el otorgamiento de jugosos contratos con el Gobierno del DF.
Slim, la crisis, el pasmo y la pachorra
Excélsior, p. 41/Primera-Opinión
Humberto MussachioDe acuerdo con cifras del Banco de México, el alza de precios durante el pasado mes de noviembre fue la mayor en siete años y la inflación acumulada durante el año anda en 6.23%, fenómeno al que contribuye con irresponsable entusiasmo el propio gobierno con los aumentos a gas, electricidad y gasolinas, al extremo de que el combustible para los automóviles ya es más caro en México que en Estados Unidos. Después de la electricidad, las mayores alzas han ocurrido en alimentos como jitomate, carne de res y tomate verde; luego viene el aumento en la mensualidad de la casa comprada a crédito, pues la banca, a ciencia y paciencia de la Condusef, ha aumentado desmesuradamente sus tasas de interés. Le siguen los precios de las muy proletarias loncherías y el huevo.
Pena de muerte
Reforma, p. 18/Primera - Opinión
José Woldenberg
De nuevo se pone a discusión la pertinencia de aplicar la pena de muerte; ahora, dicen, para los secuestradores que asesinen a sus víctimas. El triste mérito de la iniciativa debe asignársele al gobernador Humberto Moreira, acompañado del Congreso de Coahuila y el Partido Verde. Se trata de una medida -según ellos- para hacerle frente a la espiral delictiva y poner un freno a las bandas criminales. Una vuelta a la añeja consigna de “ojo por ojo, diente por diente”.
Acerca de la pena de muerte
Milenio Diario, p. 17/Opinión
Diódoro Carrasco Altamirano
No podía ser más inoportuna la postura de una parte del PRI y del Partido Verde Ecologista, en el sentido de promover sendas iniciativas para restaurar la pena de muerte en nuestro país. Pues ayer se cumplieron exactamente 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que ha sido signada por todas las naciones civilizadas (en particular por los países que son Estados miembros de la ONU), declaración que se pronuncia claramente por erradicar de los códigos penales la llamada pena capital. Los argumentos en contra de la pena de muerte son muchos y vienen de muy lejos, cuando menos desde fines del siglo XVIII con las elaboraciones de Cesare Beccaria, quien se manifestó claramente en contra de tal castigo por ser “un ejemplo de barbarie”. (…)
¿Por qué queremos la pena de muerte?
Excélsior, p. 40/Primera-Opinión
Rafael Álvarez Cordero
Como millones de mexicanos. Como millones de compatriotas considero que es el valor más importante y, por eso, considero que la pena de muerte no es la solución para disminuir la delincuencia rampante que padecemos. Entonces, ¿por qué tres de cada cuatro mexicanos queremos la pena de muerte? Queremos la pena de muerte porque 200 años después de la Independencia, 100 años después de la Revolución (sic), 70 años de priato, ocho años después del panato, la impunidad es el sello distintivo de todo el sistema judicial mexicano.
Qué pena, la muerte
Milenio Diario, p. 16/Opinión
Elíseo Alberto
El tema de “la Pena de Muerte” ha ocupado en estos días muchas páginas de reflexiones -apasionadas una, serenas otras- y de alguna manera polarizó la opinión pública de un país, México, donde La Parca (también llamada La Calaca o La Pelona o simplemente Ella) es un personaje tan habitual como el tragafuegos que escupe gasolina bajo el péndulo de un semáforo. Sobre este tan debatido asunto no hay medias tintas posibles -sólo dos posturas opuestas: estás a favor o en contra. Luego vienen razonamientos legales, históricos, religiosos, clínicos, políticos, piadosos o crueles (…)
Inseguridad en el Consejo
La Jornada, p. 26/Opinión
Jorge Eduardo Navarrete
Como se sabe, hace un mes México fue electo para servir en el Consejo de Seguridad en el bienio 2009-2010. La voz oficial festinó el hecho, al proclamarlo -dijo el representante permanente ante la ONU- como “una demostración de gran confianza en México por parte de la comunidad internacional, de la política exterior de México, de la política exterior del gobierno del presidente Felipe Calderón, de que realizaremos una contribución muy positiva a los trabajos del Consejo de Seguridad”. Es cierto que, junto con Uganda, México alcanzó la mayor votación en la Asamblea General, pero se debió, más que a méritos propios, a que ambos fueron candidatos únicos y formalmente respaldados por sus respectivas regiones. Sorprende en esta declaración del por lo general cuidadoso embajador Heller la distinción entre la política exterior del país y la de Calderón. (…)
¿Dejar hacer, dejar cobrar?
El Universal, p. 16/Primera-Opinión
Ciro Murayama
Aunque son frecuentes las críticas a la ineficiencia del sector financiero y a las excesivas comisiones de la banca, tuvo que ser Carlos Slim quien pusiera el cascabel para que éste hiciera ruido: es inaceptable que la banca cobre “tasas que están 10 veces por arriba de lo que se capta”, por lo que “se debe poner un techo a estas tasas de interés, ya que al no haber competencia en este segmento, este problema del sistema financiero no se resolverá por la vía del mercado”. Y remató el presidente del Grupo Carso: “Estas tasas son insostenibles, impagables en la mayoría de los casos”.
No al juego
El Universal, p. 17/Primera-Opinión
Enrique del Val Blanco
Uno de los grandes problemas que nuestro país ha tenido con los gobiernos panistas es su desconocimiento de la historia nacional, desde la conquista hasta nuestros días. Hay varias muestras de ello y una de ellas es el apoyo que han dado al establecimiento de casas de juego en todo el territorio vía la modificación de la ley vigente, con el beneplácito de varios de los partidos políticos representados en el Congreso de la Unión. Un poco de historia ayudaría a saber, por ejemplo, que el juego era posible en México hasta la llegada al poder del presidente Cárdenas que, tomando en cuenta las circunstancias del momento, y sobre todo a quién beneficiaba, lo prohibió.
Dinero, maletines y video
Excélsior, p. 40/Primera-Opinión
BenitoNacif
Durante los videoescándalos de 2004, los mexicanos vimos lo que podría considerarse el “talón de Aquiles” de nuestra democracia. Un empresario, Carlos Ahumada, entregaba dinero en efectivo a Rene Bejarano, operador político de Andrés Manuel López Obrador. En el video, exhibido en cadena nacional, Bejarano primero llenó un maletín con billetes y luego se metió fajos sobrantes en los bolsillos. Según las declaraciones de Bejarano, era un donativo para las campañas electorales en el Distrito Federal. La principal sospecha fue que se trataba de un típico caso de compra de influencias. Un empresario hacía donaciones a cambio de un trato favorable en el otorgamiento de jugosos contratos con el Gobierno del DF.
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