sábado, enero 03, 2009

Comentocracia: 2009, nadie sabe

Así viene la síntesis de artículos:

Visibilidad cero

Reforma, p. 9/Primera - Opinión
Javier Treviño Cantú
Después de todos los acontecimientos imprevistos que vivimos en 2008, nadie puede aventurarse a hacer la más mínima predicción de lo que nos tiene reservado el nuevo año que comienza. Llegamos al 2009 en un entorno de incertidumbre extrema. La visibilidad es casi nula, y en ese contexto la toma de decisiones se dificulta enormemente. Necesitamos un buen radar. Como nunca antes, estar bien informados se convierte en una prioridad y, si bien no hay forma de anticipar lo que sucederá, sí es posible identificar algunos procesos que determinarán en buena medida lo que vaya ocurriendo durante el año.

2008: el año peligroso

Excélsior, p. 10/Opinión
José Luis Valdés Ugalde
Hace pocos días se dio a conocer que el guardia presidencial Arturo González Rodríguez, miembro del Estado Mayor, infiltró la Oficina de la Presidencia, al grado de que este mercenario a sueldo de los cárteles informaba a éstos sobre la agenda y las actividades relevantes del jefe del Ejecutivo. Resulta inaudito pensar, al menos, que el presidente Calderón no haya sido alertado acerca de las condiciones, riesgos y verdaderos alcances de la campaña que emprendida contra el cáncer social más grande junto a la corrupción. El asunto es de la máxima importancia porque nos habla del grave riesgo de que el nuestro se haya convertido ya en un Estado fallido y en el proceso aún no nos hayamos percatado responsablemente de lo mismo. Es posible que la Iniciativa Mérida, “medida de cooperación conjunta entre México y EU”, no esté a la altura de las circunstancias de peligro que vivimos. Los mil 500 mdd que planea Washington invertir en su aventura mexicana, comparados con los 11 mmdd que ha gastado mensual e inútilmente desde 2003 en su fallida aventura bélica en Irak, palidecen.

La íntima conciencia del Año Nuevo

El Universal, p. 7/Ideas
Jorge Eugenio Ortiz Gallegos
El afán de alegría por la supervivencia hasta el nacimiento del Año Nuevo es una emoción convencional, porque quien lo alberga y siente y exterioriza es sumergido a instantes, como la boya bajo el oleaje, en aquel gozo de vivir que ha de acompañar al mortal todos los días comunes, porque Año Nuevo es apenas día nuevo común ensalzado arbitrariamente por el corazón sobre los demás amaneceres. Abrevar el júbilo en el pozo tierno del tiempo -día nuevo ordinario o día nuevo del Año Nuevo- es paladear el vino de la botella recién abierta, cuando en las primeras horas se ha cerrado poco a poco el ciclo de la medianoche. ¡Sabor de duermevela, obligada esperanza, inquieta búsqueda del horizonte desconocido, caminos inéditos que están ocultos todavía por la niebla que cesará en su tiempo justo!

Narcoguerra: ¿más de lo mismo?

El Universal, p. 1-6/Ideas
José Luis Piñeyro
Un total de 5 mil 612 narcoejecutados reporta EL UNIVERSAL a fin de este año, más del doble del pasado (2 mil 561) y más que en 2006 (2 mil 221) según cifras oficiales, destaca La Jornada. Dramáticas cifras a las que habría que agregar los muertos por otros delitos como tráfico de migrantes, armas, autos, secuestros y asaltos. La versión oficial de este baño de sangre es la de siempre: es la respuesta a los golpes del gobierno al crimen y es lucha por los mercados entre narcos. Las tácticas de la estrategia anticriminal también son las mismas: operativos contra la estructura funcional (arresto de cientos de narcos nacionales y extranjeros, incautación de miles de transportes y de armas, destrucción de pistas de aterrizaje clandestinas) y económica (confiscación de millones de dólares y pesos y de toneladas de drogas naturales y sintéticas), y depuración de las policías municipales, estatales y federales. Si bien dichas tácticas represivas son necesarias y han arrojado cantidades mayores en estos rubros en comparación a otros sexenios, han estado ausentes otras tácticas cualitativas que deben acompañar a lo cuantitativo.

Incertidumbre

El Universal, p. 6/Ideas
Alejandro Encinas
Mal termina 2008. Los pronósticos más pesimistas al inicio del año que termina fueron superados por la realidad. Con la sola excepción del triunfo de Barack Obama en las elecciones presidenciales de EU, que inyectó un aire renovado en un mundo unipolar, todos los indicadores arrojan un saldo negativo.
La recesión económica subestimada por el gobierno de facto hace estragos en la economía y el empleo. Los ofrecimientos de bajar los precios del gas, la electricidad y las gasolinas quedaron en engaño y se han traducido en incrementos semanales de precios y tarifas. La inseguridad y el crimen organizado permean todos los ámbitos de la vida pública, desde la corrupción de funcionarios encargados de combatirlos desde las instituciones de seguridad, incluidos algunos mandos del Ejército, hasta participantes en concursos de belleza.

El año que comienza

Milenio Diario, p. 10/Opinión
Rosario Robles
Varios son los retos que habrá que enfrentar en este 2009. Pero parece haber poco espacio para el optimismo si se consideran los augurios y, sobre todo, la forma de terminar el año que se va: con violencia, con guerra. Es imposible abrigar cierta esperanza si el mundo entero ve cómo se masacra a la población civil de la franja de Gaza y no logra contener tan artera matanza orquestada bajo el pretexto de que el movimiento islamista Hamas lanzó cohetes sobre Israel (¿algún parecido con el argumento de las armas químicas no encontradas y que supuestamente estaban en manos de Sadam Husein para justificar la guerra contra Irak?). Ni las tibias recomendaciones de la ONU ni la postura del poderoso grupo denominado el Cuarteto para Oriente Medio (Naciones Unidas, Unión Europea, Rusia y Estados Unidos) ha detenido el afán guerrero del primer ministro Ehud Olmert y arrancado una tregua que permita el ingreso de la ayuda humanitaria a Gaza y la apertura de pláticas para darle paso a la paz. (…)


Un deseo

Reforma, p. 9/Primera - Opinión
Ana Laura Magaloni
Para comenzar el año me gustaría hablar de un problema nodal del sistema de justicia que tiene soluciones de corto plazo. Es más, es uno de los pocos problemas en esta materia que se solucionaría de forma relativamente rápida si hubiese claridad política sobre los enormes beneficios que tendría dicha solución. Se trata de la defensoría pública, es decir, del acceso a un abogado por parte de quienes no tienen recursos para pagar los servicios de uno privado. La Constitución establece que éste es un derecho fundamental de todo acusado en un juicio penal. Sin embargo, la eficacia de dicho derecho es muy débil. Tratándose de conflictos jurídicos en materias distintas a la penal, no existe el derecho a contar con un defensor público. Algunas entidades federativas, como es el caso del Distrito Federal, han intentado, con muchas restricciones presupuestales, proporcionar asesoría jurídica gratuita en asuntos familiares y civiles. El problema general al que se enfrenta la defensoría pública en México es que la demanda social por tales servicios es enorme y los recursos públicos y el diseño de la institución son muy pobres.

Los partidos 2009: un obstáculo

Milenio Diario, p. 12/Opinión
Juan Gabriel Valencia
Los días primero y dos de enero se publicaron en MILENIO Diario entrevistas realizadas por Juan Pablo Becerra-Acosta al ex presidente Miguel de la Madrid y al doctor Jorge Carpizo. El tema de indudable relevancia es el título de ambas entrevistas: “¿Y si faltara el Presidente?” Es claro que en las circunstancias políticas actuales, la falta absoluta del Presidente de la República podría generar una crisis inimaginable. Los escenarios previstos en los artículos 84 y 85 de la Constitución, dadas las condiciones prevalecientes, podrían no verificarse y para efectos prácticos desaparecer temporalmente, de facto, a uno de los tres poderes de la unión.

Madurez

Excélsior, p. 11/Opinión
Julio Faesler
El año 2008 cerró dejando la agridulce sensación de haber avanzado en importantes tareas nacionales como la reforma de Pemex, la de pensiones y la riscal, mientras otras, igualmente trascendentales, quedaron pendientes para su atención en 2009, el tercer año de la administración de Felipe Calderón. Seguiremos de frente si continuamos tejiendo acuerdos legislativos que son indispensables para progresar. La intensa guerra que el gobierno ha lanzado contraías mafias narcotraficantes asesinas concentró la atención de todos. Fue la muestra más acuciante de la mano firme que Calderón prometió durante su campaña. No emprenderla habría sido dejar sin freno el horrendo cáncer que venía creciendo enquista-do de varias décadas atrás y que se extiende por contagio desde el insaciable mercado vecino ejercido con avaricia y fuerza bruta.

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