lunes, diciembre 07, 2009

Comentocracia: De la dictadura perfecta a la democracia imperfecta

Caricatura de Helioflores en El Universal

Así viene la síntesis de artículos:

De la dictadura perfecta a la democracia imperfecta

Milenio Diario, p. 18/Opinión
José Luis Reyna
La dictadura perfecta y la democracia imperfecta son términos acuñados por el escritor Mario Vargas Llosa en referencia a México. Hace casi 20 años (1990), en un acto organizado por Octavio Paz, el literato peruano-español dio mucho de qué hablar: definió al sistema político mexicano como la “dictadura perfecta”. Era el México de Salinas, del partido de Estado que, aunque zarandeado por el proceso electoral que tuvo lugar en 1988, conservaba aún todos los hilos del poder: fue una etapa en que el poder político alcanzó su máxima concentración. (…) El PAN emergió hace nueve años como el nuevo partido en el poder. El PRI se fue de Los Pinos, aunque no del sistema. El voto adquirió algún valor y la sociedad, a través de las urnas, ha elegido a sus gobernantes, tanto federales como locales. (…) El fracaso del panismo en el gobierno y la relativa cohesión que ha desplegado el PRI después de su derrota en la elección presidencial hace nueve años ha hecho que el viejo partido aspire de nueva cuenta a regir los destinos de México. La elección intermedia le permitió tener casi la mayoría de los diputados y le ha arrebatado al PAN algunas entidades federativas que otrora eran fuertes bastiones del partido en el poder. En la actualidad hay 18 gobernadores del PRI y es probable que ese número aumente el año que entra cuando se disputarán 10 gubernaturas en otras tantas entidades federativas. (…) El retorno del PRI al poder es probable. De acuerdo con Vargas Llosa no sólo sería una regresión política sino equivaldría a una especie de masoquismo colectivo. Los triunfos recientes del vetusto partido se explican más por la ineficiencia que ha mostrado el PAN durante los últimos nueve años que por una renovación ideológica del antiguo partido hegemónico.

Aprobación baja, inconformidad sube

El Universal, p. 31/Primera-Opinión
Manuel Camacho Solís
La aprobación presidencial va a la baja y el apoyo a quienes simbolizan la inconformidad social va a la alza. ¿Estamos ante un fenómeno pasajero, o ante un punto de inflexión que anuncia una nueva coyuntura política? Por razones de cultura política y el peso que tienen los medios de comunicación, es difícil que baje significativamente la aprobación presidencial. En el último trimestre todas las encuestas dadas a conocer muestran un claro descenso. No se trata de una caída abrupta, pero tampoco de una variación marginal. Si se le analiza junto con otras variables que miden las encuestas, como la aprobación a las distintas políticas públicas y las expectativas sobre el futuro de la economía, es improbable que esas valoraciones se reviertan en el próximo trimestre. Sobre la inconformidad social no existen datos directos ni series, pero las mediciones sobre el apoyo o rechazo a las diversas políticas públicas son un buen indicador. El rechazo está creciendo significativamente en todas las encuestas (…)

La fascinación por “Juanito”

El Universal, p. 31/Primera-Opinión
Jorge Chabat

Uno de los grandes misterios de la política es por qué algunas personas atraen a la gente y otras no. Max Weber, sin duda uno de los sociólogos más importantes en al historia, se refirió a este fenómeno como la “dominación carismática” que era un modelo de ejercer el poder basado en el atractivo del líder. A los líderes carismáticos se le sigue por razones más bien emocionales que racionales, porque conectan con alguna parte de la psique colectiva. Por eso las masas en varias épocas y países han seguido ciegamente a líderes carismáticos que a la postre las llevan a la ruina, como es el caso de Santa Anna, Napoleón, Perón o Hitler. El argumento de los defensores de estos líderes es que el pueblo los ama. Pues sí, lo cual no significa que dichos líderes actúen en beneficio de la población ni que la fascinación por ellos sea una actitud racional. Los políticos antipolíticos y anti-institucionales no son mejor que los políticos profesionales, mediocres y corruptos. De hecho, a la larga son peores. Los políticos mediocres corroen la política y alejan a la población de los asuntos públicos. Los anti-políticos atraen a las masas, las manipulan y al final destrozan las instituciones y los países.

Los nuevos ministros

La Jornada, p. 16/Opinión
Bernardo Bátiz V.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación es el único de los tres poderes federales que no es democrático; sus integrantes no llegan al cargo, como en el caso del Poder Legislativo y el Ejecutivo por elección popular; se ha conservado la fórmula mediante la cual se designa a los nuevos ministros a través de ternas propuestas por el Presidente de la República, entre cuyos integrantes escoge el Senado. Como ya se ha hecho costumbre, en este procedimiento prevalecen los acuerdos de dirigentes partidistas y legisladores influyentes (…)

Fortalecer a la CFE

Excélsior, p. 27/Opinión
Roberto Gil Zuarth
La Comisión Federal de Electricidad nació para igualar a los mexicanos en el acceso a la energía eléctrica. Hacia finales de la década de los 30, cuando fue creada, sólo 38% de los mexicanos contaban con ese servicio. Esta escasa penetración obedecía a razones de mercado: la Constitución del l7 permitía a los particulares generar electricidad y prestar dicho servicio, por lo que se enfocaron fundamentalmente a zonas urbanas de mayor rentabilidad. Dado que el mercado de la electricidad estaba sujeto a escasa regulación del Estado, las poblaciones rurales, donde habitaba más de 62% de la población, y las actividades productivas, se desarrollaban con baja tecnificación, no formaban parte de las prioridades de expansión de la industria naciente. Sin embargo, la demanda aumentaba y, por tanto, los precios del servicio (…)

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