Así viene la síntesis de artículos:
El arzobispo y sus aliados
Milenio Diario, p. 14/Opinión
Roberto Blancarte
En la ofensiva del arzobispado de México contra el matrimonio entre personas del mismo sexo y la posibilidad de que éstas adopten, uno de los aspectos más notables ha sido la manera en que éste ha presentado supuestas o reales alianzas, para luchar contra las reformas. El arzobispo ha querido presentar sus posturas como si fueran las que encabezaran un amplio frente religioso. Y sin embargo, a pesar de que está claro de que la nueva legislación libertaria del Distrito Federal no es cabalmente comprendida ni aprobada por la población mexicana, tampoco queda claro que todo mundo, incluso dentro del mundo conservador, quiere apoyar a Norberto Rivera (…) Es muy notorio, por ejemplo, que el episcopado católico mexicano no ha tenido un pronunciamiento público respecto a las reformas que permiten el matrimonio entre homosexuales (…) Más llamativo aún ha sido el supuesto apoyo de iglesias evangélicas al arzobispo de México. No tanto por cuestiones de moralismo conservador, en lo cual algunas iglesias evangélicas se han distinguido, siguiendo la influencia de algunas confesiones estadunidenses, sino por la historia particular de relaciones que ha habido entre la iglesia católica mexicana y las diversas “disidencias religiosas” (…) El arzobispo, ahora que los necesita, quizás comenzará a decir coyunturalmente que México es un país cristiano. Pero en cuanto obtenga lo que quiere, se olvidará de sus aliados incómodos y seguirá sosteniendo que la identidad nacional es católica.
¿Qué resuelve la reforma de Calderón?
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Alberto Aziz Nassif
(…) Hoy el sistema político mexicano es ineficiente, pierde legitimidad y cada vez tiene menor apoyo ciudadano. México tiene problemas importantes en su modelo, por eso existen dudas fundadas de que las reformas propuestas por Calderón, en diciembre pasado, vayan a resolver los problemas que existen hoy: una severa desconfianza ciudadana en la política en los políticos y en las instituciones; el poder fáctico de los intereses mediáticos desbordado y una regulación débil del Estado; la dinámica de los gobiernos divididos que genera un conflicto permanente de gobernabilidad; el desprestigio de una clase política que está muy distante de la ciudadanía a la que supuestamente representa; la autonomía de las instituciones democráticas que ha sido tocada por los intereses partidistas; la pérdida de presencia pública de la ciudadanía que no tiene mecanismos de participación más allá del voto. En suma, estamos frente a dinámicas conflictivas de desconfianza, ineficacia, ausencia de mecanismos de rendición de cuentas, dinámicas efectivas de representación, gobernabilidad deficiente y la imposibilidad de construir consensos y mayorías estables que hagan gobernable al país (...)
Laicidad
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Alejandro Encinas Rodríguez
“Las leyes de Dios están por encima de las leyes del hombre”. Tal ha sido la frase que ha removido las brasas de un viejo debate que ha dividido a los mexicanos, provocando incluso la guerra civil. Y si bien tras esa frase prevalece una visión de la vida desde la fe, evidencia a la vez una posición política frente al Estado, sus leyes e instituciones, más aún en una sociedad cada vez más plural y diversa que hace exigibles sus derechos, en especial a ser diferentes. (…) Hoy en un nuevo escenario de confrontación, resurge este debate alentado por una derecha desmemoriada que bien podría sintetizar su forma de pensar en las declaraciones del dirigente del PAN que no distan mucho de la célebre declaración -una más- del ex presidente Vicente Fox cuando respondió: “¿El Estado laico, y eso con qué se come?”. Paradójicamente, en las instituciones creadas por las leyes del hombre se encuentra el Estado laico o “no confesional”, que plantea con toda claridad la separación entre las instituciones del Estado y las iglesias, en una sociedad que permite el ejercicio pleno de las libertades individuales (…)
La ilegalidad nos ahoga
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Ernesto López Portillo
No es un problema de los gobiernos, es una epidemia que contamina igual a las autoridades y a la sociedad. Muchos analistas siguen señalando sólo a los gobiernos. Se equivocan. La ilegalidad es una forma de vida entre los ciudadanos, tanto como lo es entre quienes representan a las instituciones públicas. Y el punto de fondo es que no se organiza la censura a la ilegalidad, ni en uno ni en otro sector. Esos mismos gobernados que señalan la corrupción del gobierno se organizan para boicotear al alcoholímetro a través de mensajes en la red virtual, debilitando así una medida que reduce riesgos y salva vidas.
Y las autoridades que también señalan la inclinación de la gente a violar la ley, aprovechan cada oportunidad para extraer beneficios privados desde sus posiciones públicas (…) No tenemos ni un pacto social ni uno político en torno a la legalidad (…) La ilegalidad nos ahoga y de esa manera nos quedamos lejos, muy lejos de un proyecto de crecimiento, desarrollo y modernización. La ilegalidad es un sistema de relaciones donde gana quien encuentra la mejor manera de acceder a beneficios (…) Las mutaciones en el régimen político y la evolución social de los últimos treinta años, este periodo que algunos llaman transición a la democracia, ha mantenido inalterado el código masivo de la ilegalidad que nos ahoga. Al final del día, no hay un solo liderazgo creíble que convoque hacia la legalidad.
Oportunidad panista en Chihuahua
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Javier Corral Jurado
De encontrarse Chihuahua en un escenario cómodo para el PRI hasta hace unas semanas, dos hechos han venido a reconfigurar de manera singular el ambiente político en el estado. El primero, la designación de César Duarte como candidato priísta a la gubernatura, y el segundo, la decisión de último momento de Pablo Cuarón para participar como precandidato por el PAN. La diferencia entre ambos es abismal. César Duarte es un candidato sin las características que exige el momento, sus primeras declaraciones con motivo del dedazo que lo ungió en la Ciudad de México, en las que llamó al licenciado Reyes Baeza “jefe político de Chihuahua”, demuestran su anquilosado lenguaje y por tanto su vetusta forma de ver a la política (…)
Emergencia
Reforma, p. 12/Primera - Opinión
Federico Reyes Heroles
Lo primero es combatir la indiferencia. La tragedia de Haití, el terremoto y lo que le sigue pueden quedar en los anales como una página de horror de los tiempos recientes. Ken Keen, comandante estadunidense encargado de las operaciones en la isla, afirmó que el piso serían 200 mil muertos de los cuales 70 mil han ido a dar a las fosas comunes. Estamos ya en niveles similares a los del tsunami de 2005. Pero las diferencias son muchas. Aquel fenómeno azotó a varios países en condiciones socioeconómicas muy distantes de la miseria enraizada en Haití. La capacidad de respuesta de los gobiernos estaba allí. El horror se dividió entre varios. Un terremoto de esta magnitud y características en cualquier sitio hubiera sido una tragedia, pero en Haití cobra otra dimensión. Podíamos estar apenas en la puerta de entrada al infierno terrenal. La ONU ha ordenado un repliegue de sus elementos, incluidos los cascos azules de Polonia, España y Bolivia, ante las agresiones que están sufriendo en el centro de Puerto Príncipe. El vandalismo se extiende en las calles con la consecuencia de beneficiar a los más bárbaros y fuertes y no a los débiles. Las brigadas internacionales están siendo arrinconadas por la violencia desatada sin un gobierno capaz de imponer el orden. Ahora sí estamos ante un Estado fallido, la expresión que algunos trataron de aplicar a México. Por si fuera poco los delincuentes han sido liberados por la naturaleza. Miles caminan ufanos en medio de la desgracia que no les inhibe de cometer sus tropelías. Haití nos recuerda que la barbarie sólo duerme narcotizada por la civilización (…) El Presidente Calderón podría convocar a una reunión inmediata en el caribe mexicano, que está en las narices de La Española, para que el continente acuda de manera civilizada en auxilio de Haití. Podemos y debemos. Es una emergencia.
La voz de las mayorías
Milenio Diario, p. 14/Opinión
Roberta Garza
Mary Robinson, la esposa del hoy ex primer ministro irlandés, es la última de una larga lista de personas que en público se desgañitan por la moral y las buenas costumbres para en privado acabar encamadas con el ahijado dándole de nalgadas y gritándole who's your mommy. Esto es cierto de manera particular en un México que se precia de ser moderno pero que, en realidad, es profundamente conservador y atávico; no se explica de otra manera la andanada de congresos locales que, con la ayuda de un priismo capitaneado a contrapelo de sus creencias personales por Beatriz Paredes, han penalizado el aborto en sus estados. Está claro que esa postura fue tomada no con base en supuestos principios morales sino en lo que Paredes y el PRI creen ser las preferencias de su electorado. Pero eso no convierte a la iniciativa en buena o en válida: en encuesta hecha por GCE más de la mitad de los capitalinos aprueban el matrimonio homosexual, pero 70% reprueba las adopciones por parejas gays. Esto también refleja la opinión de los mexicanos, como quiere confirmar la oportunista consulta del PAN. Pero, ¿debe por eso sentarse jurisprudencia, aunque estas opiniones mayoritarias estén basadas en prejuicios históricos? (…) La pregunta que debemos hacernos es, ¿debemos permitirle a nuestros políticos normar, de acuerdo a sus creencias, o a las creencias de las mayorías, cuando esto va contra la salud pública? Lo bueno es que, si no lo pensamos demasiado y acabamos bajo el garrote de nuestros usos y costumbres, siempre estarán los gringos para liberarnos por las armas como lo están haciendo en Haití, o como han hecho una y otra vez en esas terribles repúblicas islámicas de Medio Oriente, ¿no?
Haití: la montaña tras la montaña
La Jornada, p. 16/Opinión
Marco :Rascón
Una especie de maldición haitiana dice que cuando llegas a la cima de la montaña está otra montaña, metáfora que habla del interminable camino que ha seguido Haití en busca de su lugar en la mitad del Caribe y entre las potencias que lo han cursado, saqueado y ambicionado a lo largo de 518 años (…) El sismo ha dejado al descubierto la doble moral de la globalización que convirtió a Haití en un Guantánamo social: en un enorme galerón de población condenada a la miseria y que amenaza con tomar un rumbo desconocido para los arquitectos de democracias ficticias construidas por el intervencionismo (…) Desde este momento, la ayuda para Haití bajo control estadunidense tiene el sello de la contrainsurgencia, a fin de que el desastre no tenga consecuencias ni cristalice en la organización política y social, que fácilmente y por necesidad tendría características revolucionarias. El anticomunismo de los Duvalier en Haití al igual que el de Rafael Leonidas Trujillo en Dominicana tuvieron como inspiración cuidar al Caribe de la influencia que podría ejercer la revolución cubana (…) En condiciones como las de Haití, la organización civil contra el desastre puede transformarse en unos cuantos días en organización social democrática y liberacionista, por ello la ayuda estadunidense tiene un objetivo contrainsurgente el cual hace que tras la montaña esté otra montaña.
¿Un nuevo registro?
Excélsior, p. 17/Primera: Nacional
Rodrigo Morales Manzanares
El IFE ha anunciado que la credencial para votar con fotografía será el único instrumento de identidad para los mexicanos mayores de 18 residentes en México. Con ello, termina la polémica en torno a la posible convivencia de dos instrumentos registrales: ése y la Cédula Nacional de Identidad. En otras palabras, el IFE va a recibir toda la nueva información que recabe la Segob. Buen final para la confiabilidad del padrón. Pero ojalá sea el principio de un nuevo debate en torno al registro nacional ciudadano (…) Hoy, luego del anuncio del IFE, se sabe que la autoridad electoral será la responsable de la identidad de los mexicanos mayores de 18 que residen en el país y la Segob asumirá el darle identidad a los menores de edad y a los mexicanos residentes en el extranjero. No creo que sea racional sostener ese esquema en el largo plazo. Son dos entidades públicas con fines diversos. Mientras que en el IFE existen mecanismos de vigilancia y procedimientos muy precisos para actualizar y depurar el padrón electoral, en el Registro Nacional de Población no hay la misma precisión. La definición es ineludible (…) Los hechos reclaman que demos el paso hacia la confección de un verdadero registro poblacional. La realidad impone un nuevo debate integral. Insisto, es en el ámbito del Legislativo donde debiera ocurrir una deliberación que nos resuelva, no sólo los procedimientos regístrales confiables, la racionalidad en el uso de la información y un diseño institucional adecuado, sino, sobre todo, los beneficios que los mexicanos obtendremos construyendo un registro de población único. Ojála los meses que transcurrieron entre el anuncio de creación de la Cédula y el del IFE hayan servido de aprendizaje y ahora seamos capaces de plantear con mayor aliento el debate. Al tiempo.
Ruptura histórica o regreso al pasado
Excélsior, p. 17/Primera: Nacional
Ricardo Pascoe Pierce
La victoria electoral de Sebastián Piñera en su campaña por la Presidencia de Chile tiene una significación especial para México (…) La significación/similitud viene de los oscuros procesos a través de los cuales los pueblos deciden retomar sobre sus pasos para, en conjunto con factores económicos, políticos, sociales y subjetivos, devolverle el poder político a quienes, por razones también entendibles, lo perdieron en otro momento. Esto no refiere sencillamente a la alternancia en el poder, pues ello es factor fundamental en toda sociedad democrática que ejerce elecciones libres. Lo harto peculiar de la alternancia chilena es que tiene la mirada puesta en el pasado con rasgos de perdón o frustración hacia el régimen autoritario que se vio obligado a abandonar el poder (…) En México enfrentamos la posibilidad del regreso del PRI a la Presidencia de la República sin que haya efectuado una mínima autocrítica de sus prácticas y métodos de gobierno y somos, además, testigos de cómo sus gobernadores rigen los destinos de su respectivos estado con esa componenda de corporativismo, uso de recursos públicos y cooptación de medios locales. Lo que parecería estar en puerta es una reacción electoral similar a la chilena: perdón por los pecados anteriores a cambio de la resolución de los problemas del país (…) Pero el hecho de aceptar al PRI de regreso al poder, sin una autocrítica de su método de gobierno, puede convertirse, en breve, en un error de consecuencias incalculables para la estabilidad política y social del país. Tanto Piñera como el PRI deberán aprender a hacer una ruptura histórica con su pasado. De no hacerlo, podemos tener la certeza de que su forma de gobernar se asemejará a lo que fueron las prácticas de sus antecesores. Y la historia se repetirá.
Morelos: persecución sin derecho
El Financiero, p. 20/Opinión
Samuel Palma
Diciembre de 2009 fue muy difícil para los morelenses, no sólo por las condiciones adversas de la crisis económica y sus efectos en una región tan vulnerable como la de esta entidad, sino por el impacto que tuvo el combate al narcotráfico escenificado por parte de autoridades del ámbito federal. Las investigaciones que condujeron a la separación y detención de funcionarios estatales vinculados al combate a la delincuencia, como fueron los casos de los secretarios de Seguridad Pública tanto del estado como del municipio de Cuernavaca, así como también la “renuncia” del propio procurador de Justicia de Morelos, mostraron suficientes indicios de una situación grave desde la primera mitad del año anterior y puso al descubierto la vinculación de autoridades para permitir la residencia de cabezas del narcotráfico en suelo morelense.
El arzobispo y sus aliados
Milenio Diario, p. 14/Opinión
Roberto Blancarte
En la ofensiva del arzobispado de México contra el matrimonio entre personas del mismo sexo y la posibilidad de que éstas adopten, uno de los aspectos más notables ha sido la manera en que éste ha presentado supuestas o reales alianzas, para luchar contra las reformas. El arzobispo ha querido presentar sus posturas como si fueran las que encabezaran un amplio frente religioso. Y sin embargo, a pesar de que está claro de que la nueva legislación libertaria del Distrito Federal no es cabalmente comprendida ni aprobada por la población mexicana, tampoco queda claro que todo mundo, incluso dentro del mundo conservador, quiere apoyar a Norberto Rivera (…) Es muy notorio, por ejemplo, que el episcopado católico mexicano no ha tenido un pronunciamiento público respecto a las reformas que permiten el matrimonio entre homosexuales (…) Más llamativo aún ha sido el supuesto apoyo de iglesias evangélicas al arzobispo de México. No tanto por cuestiones de moralismo conservador, en lo cual algunas iglesias evangélicas se han distinguido, siguiendo la influencia de algunas confesiones estadunidenses, sino por la historia particular de relaciones que ha habido entre la iglesia católica mexicana y las diversas “disidencias religiosas” (…) El arzobispo, ahora que los necesita, quizás comenzará a decir coyunturalmente que México es un país cristiano. Pero en cuanto obtenga lo que quiere, se olvidará de sus aliados incómodos y seguirá sosteniendo que la identidad nacional es católica.
¿Qué resuelve la reforma de Calderón?
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Alberto Aziz Nassif
(…) Hoy el sistema político mexicano es ineficiente, pierde legitimidad y cada vez tiene menor apoyo ciudadano. México tiene problemas importantes en su modelo, por eso existen dudas fundadas de que las reformas propuestas por Calderón, en diciembre pasado, vayan a resolver los problemas que existen hoy: una severa desconfianza ciudadana en la política en los políticos y en las instituciones; el poder fáctico de los intereses mediáticos desbordado y una regulación débil del Estado; la dinámica de los gobiernos divididos que genera un conflicto permanente de gobernabilidad; el desprestigio de una clase política que está muy distante de la ciudadanía a la que supuestamente representa; la autonomía de las instituciones democráticas que ha sido tocada por los intereses partidistas; la pérdida de presencia pública de la ciudadanía que no tiene mecanismos de participación más allá del voto. En suma, estamos frente a dinámicas conflictivas de desconfianza, ineficacia, ausencia de mecanismos de rendición de cuentas, dinámicas efectivas de representación, gobernabilidad deficiente y la imposibilidad de construir consensos y mayorías estables que hagan gobernable al país (...)
Laicidad
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Alejandro Encinas Rodríguez
“Las leyes de Dios están por encima de las leyes del hombre”. Tal ha sido la frase que ha removido las brasas de un viejo debate que ha dividido a los mexicanos, provocando incluso la guerra civil. Y si bien tras esa frase prevalece una visión de la vida desde la fe, evidencia a la vez una posición política frente al Estado, sus leyes e instituciones, más aún en una sociedad cada vez más plural y diversa que hace exigibles sus derechos, en especial a ser diferentes. (…) Hoy en un nuevo escenario de confrontación, resurge este debate alentado por una derecha desmemoriada que bien podría sintetizar su forma de pensar en las declaraciones del dirigente del PAN que no distan mucho de la célebre declaración -una más- del ex presidente Vicente Fox cuando respondió: “¿El Estado laico, y eso con qué se come?”. Paradójicamente, en las instituciones creadas por las leyes del hombre se encuentra el Estado laico o “no confesional”, que plantea con toda claridad la separación entre las instituciones del Estado y las iglesias, en una sociedad que permite el ejercicio pleno de las libertades individuales (…)
La ilegalidad nos ahoga
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Ernesto López Portillo
No es un problema de los gobiernos, es una epidemia que contamina igual a las autoridades y a la sociedad. Muchos analistas siguen señalando sólo a los gobiernos. Se equivocan. La ilegalidad es una forma de vida entre los ciudadanos, tanto como lo es entre quienes representan a las instituciones públicas. Y el punto de fondo es que no se organiza la censura a la ilegalidad, ni en uno ni en otro sector. Esos mismos gobernados que señalan la corrupción del gobierno se organizan para boicotear al alcoholímetro a través de mensajes en la red virtual, debilitando así una medida que reduce riesgos y salva vidas.
Y las autoridades que también señalan la inclinación de la gente a violar la ley, aprovechan cada oportunidad para extraer beneficios privados desde sus posiciones públicas (…) No tenemos ni un pacto social ni uno político en torno a la legalidad (…) La ilegalidad nos ahoga y de esa manera nos quedamos lejos, muy lejos de un proyecto de crecimiento, desarrollo y modernización. La ilegalidad es un sistema de relaciones donde gana quien encuentra la mejor manera de acceder a beneficios (…) Las mutaciones en el régimen político y la evolución social de los últimos treinta años, este periodo que algunos llaman transición a la democracia, ha mantenido inalterado el código masivo de la ilegalidad que nos ahoga. Al final del día, no hay un solo liderazgo creíble que convoque hacia la legalidad.
Oportunidad panista en Chihuahua
El Universal, p. 25/Primera-Opinión
Javier Corral Jurado
De encontrarse Chihuahua en un escenario cómodo para el PRI hasta hace unas semanas, dos hechos han venido a reconfigurar de manera singular el ambiente político en el estado. El primero, la designación de César Duarte como candidato priísta a la gubernatura, y el segundo, la decisión de último momento de Pablo Cuarón para participar como precandidato por el PAN. La diferencia entre ambos es abismal. César Duarte es un candidato sin las características que exige el momento, sus primeras declaraciones con motivo del dedazo que lo ungió en la Ciudad de México, en las que llamó al licenciado Reyes Baeza “jefe político de Chihuahua”, demuestran su anquilosado lenguaje y por tanto su vetusta forma de ver a la política (…)
Emergencia
Reforma, p. 12/Primera - Opinión
Federico Reyes Heroles
Lo primero es combatir la indiferencia. La tragedia de Haití, el terremoto y lo que le sigue pueden quedar en los anales como una página de horror de los tiempos recientes. Ken Keen, comandante estadunidense encargado de las operaciones en la isla, afirmó que el piso serían 200 mil muertos de los cuales 70 mil han ido a dar a las fosas comunes. Estamos ya en niveles similares a los del tsunami de 2005. Pero las diferencias son muchas. Aquel fenómeno azotó a varios países en condiciones socioeconómicas muy distantes de la miseria enraizada en Haití. La capacidad de respuesta de los gobiernos estaba allí. El horror se dividió entre varios. Un terremoto de esta magnitud y características en cualquier sitio hubiera sido una tragedia, pero en Haití cobra otra dimensión. Podíamos estar apenas en la puerta de entrada al infierno terrenal. La ONU ha ordenado un repliegue de sus elementos, incluidos los cascos azules de Polonia, España y Bolivia, ante las agresiones que están sufriendo en el centro de Puerto Príncipe. El vandalismo se extiende en las calles con la consecuencia de beneficiar a los más bárbaros y fuertes y no a los débiles. Las brigadas internacionales están siendo arrinconadas por la violencia desatada sin un gobierno capaz de imponer el orden. Ahora sí estamos ante un Estado fallido, la expresión que algunos trataron de aplicar a México. Por si fuera poco los delincuentes han sido liberados por la naturaleza. Miles caminan ufanos en medio de la desgracia que no les inhibe de cometer sus tropelías. Haití nos recuerda que la barbarie sólo duerme narcotizada por la civilización (…) El Presidente Calderón podría convocar a una reunión inmediata en el caribe mexicano, que está en las narices de La Española, para que el continente acuda de manera civilizada en auxilio de Haití. Podemos y debemos. Es una emergencia.
La voz de las mayorías
Milenio Diario, p. 14/Opinión
Roberta Garza
Mary Robinson, la esposa del hoy ex primer ministro irlandés, es la última de una larga lista de personas que en público se desgañitan por la moral y las buenas costumbres para en privado acabar encamadas con el ahijado dándole de nalgadas y gritándole who's your mommy. Esto es cierto de manera particular en un México que se precia de ser moderno pero que, en realidad, es profundamente conservador y atávico; no se explica de otra manera la andanada de congresos locales que, con la ayuda de un priismo capitaneado a contrapelo de sus creencias personales por Beatriz Paredes, han penalizado el aborto en sus estados. Está claro que esa postura fue tomada no con base en supuestos principios morales sino en lo que Paredes y el PRI creen ser las preferencias de su electorado. Pero eso no convierte a la iniciativa en buena o en válida: en encuesta hecha por GCE más de la mitad de los capitalinos aprueban el matrimonio homosexual, pero 70% reprueba las adopciones por parejas gays. Esto también refleja la opinión de los mexicanos, como quiere confirmar la oportunista consulta del PAN. Pero, ¿debe por eso sentarse jurisprudencia, aunque estas opiniones mayoritarias estén basadas en prejuicios históricos? (…) La pregunta que debemos hacernos es, ¿debemos permitirle a nuestros políticos normar, de acuerdo a sus creencias, o a las creencias de las mayorías, cuando esto va contra la salud pública? Lo bueno es que, si no lo pensamos demasiado y acabamos bajo el garrote de nuestros usos y costumbres, siempre estarán los gringos para liberarnos por las armas como lo están haciendo en Haití, o como han hecho una y otra vez en esas terribles repúblicas islámicas de Medio Oriente, ¿no?
Haití: la montaña tras la montaña
La Jornada, p. 16/Opinión
Marco :Rascón
Una especie de maldición haitiana dice que cuando llegas a la cima de la montaña está otra montaña, metáfora que habla del interminable camino que ha seguido Haití en busca de su lugar en la mitad del Caribe y entre las potencias que lo han cursado, saqueado y ambicionado a lo largo de 518 años (…) El sismo ha dejado al descubierto la doble moral de la globalización que convirtió a Haití en un Guantánamo social: en un enorme galerón de población condenada a la miseria y que amenaza con tomar un rumbo desconocido para los arquitectos de democracias ficticias construidas por el intervencionismo (…) Desde este momento, la ayuda para Haití bajo control estadunidense tiene el sello de la contrainsurgencia, a fin de que el desastre no tenga consecuencias ni cristalice en la organización política y social, que fácilmente y por necesidad tendría características revolucionarias. El anticomunismo de los Duvalier en Haití al igual que el de Rafael Leonidas Trujillo en Dominicana tuvieron como inspiración cuidar al Caribe de la influencia que podría ejercer la revolución cubana (…) En condiciones como las de Haití, la organización civil contra el desastre puede transformarse en unos cuantos días en organización social democrática y liberacionista, por ello la ayuda estadunidense tiene un objetivo contrainsurgente el cual hace que tras la montaña esté otra montaña.
¿Un nuevo registro?
Excélsior, p. 17/Primera: Nacional
Rodrigo Morales Manzanares
El IFE ha anunciado que la credencial para votar con fotografía será el único instrumento de identidad para los mexicanos mayores de 18 residentes en México. Con ello, termina la polémica en torno a la posible convivencia de dos instrumentos registrales: ése y la Cédula Nacional de Identidad. En otras palabras, el IFE va a recibir toda la nueva información que recabe la Segob. Buen final para la confiabilidad del padrón. Pero ojalá sea el principio de un nuevo debate en torno al registro nacional ciudadano (…) Hoy, luego del anuncio del IFE, se sabe que la autoridad electoral será la responsable de la identidad de los mexicanos mayores de 18 que residen en el país y la Segob asumirá el darle identidad a los menores de edad y a los mexicanos residentes en el extranjero. No creo que sea racional sostener ese esquema en el largo plazo. Son dos entidades públicas con fines diversos. Mientras que en el IFE existen mecanismos de vigilancia y procedimientos muy precisos para actualizar y depurar el padrón electoral, en el Registro Nacional de Población no hay la misma precisión. La definición es ineludible (…) Los hechos reclaman que demos el paso hacia la confección de un verdadero registro poblacional. La realidad impone un nuevo debate integral. Insisto, es en el ámbito del Legislativo donde debiera ocurrir una deliberación que nos resuelva, no sólo los procedimientos regístrales confiables, la racionalidad en el uso de la información y un diseño institucional adecuado, sino, sobre todo, los beneficios que los mexicanos obtendremos construyendo un registro de población único. Ojála los meses que transcurrieron entre el anuncio de creación de la Cédula y el del IFE hayan servido de aprendizaje y ahora seamos capaces de plantear con mayor aliento el debate. Al tiempo.
Ruptura histórica o regreso al pasado
Excélsior, p. 17/Primera: Nacional
Ricardo Pascoe Pierce
La victoria electoral de Sebastián Piñera en su campaña por la Presidencia de Chile tiene una significación especial para México (…) La significación/similitud viene de los oscuros procesos a través de los cuales los pueblos deciden retomar sobre sus pasos para, en conjunto con factores económicos, políticos, sociales y subjetivos, devolverle el poder político a quienes, por razones también entendibles, lo perdieron en otro momento. Esto no refiere sencillamente a la alternancia en el poder, pues ello es factor fundamental en toda sociedad democrática que ejerce elecciones libres. Lo harto peculiar de la alternancia chilena es que tiene la mirada puesta en el pasado con rasgos de perdón o frustración hacia el régimen autoritario que se vio obligado a abandonar el poder (…) En México enfrentamos la posibilidad del regreso del PRI a la Presidencia de la República sin que haya efectuado una mínima autocrítica de sus prácticas y métodos de gobierno y somos, además, testigos de cómo sus gobernadores rigen los destinos de su respectivos estado con esa componenda de corporativismo, uso de recursos públicos y cooptación de medios locales. Lo que parecería estar en puerta es una reacción electoral similar a la chilena: perdón por los pecados anteriores a cambio de la resolución de los problemas del país (…) Pero el hecho de aceptar al PRI de regreso al poder, sin una autocrítica de su método de gobierno, puede convertirse, en breve, en un error de consecuencias incalculables para la estabilidad política y social del país. Tanto Piñera como el PRI deberán aprender a hacer una ruptura histórica con su pasado. De no hacerlo, podemos tener la certeza de que su forma de gobernar se asemejará a lo que fueron las prácticas de sus antecesores. Y la historia se repetirá.
Morelos: persecución sin derecho
El Financiero, p. 20/Opinión
Samuel Palma
Diciembre de 2009 fue muy difícil para los morelenses, no sólo por las condiciones adversas de la crisis económica y sus efectos en una región tan vulnerable como la de esta entidad, sino por el impacto que tuvo el combate al narcotráfico escenificado por parte de autoridades del ámbito federal. Las investigaciones que condujeron a la separación y detención de funcionarios estatales vinculados al combate a la delincuencia, como fueron los casos de los secretarios de Seguridad Pública tanto del estado como del municipio de Cuernavaca, así como también la “renuncia” del propio procurador de Justicia de Morelos, mostraron suficientes indicios de una situación grave desde la primera mitad del año anterior y puso al descubierto la vinculación de autoridades para permitir la residencia de cabezas del narcotráfico en suelo morelense.
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