Así viene la síntesis de artículos:
El proyecto que no construyó Calderón
La Crónica de Hoy, p. Dos/Opinión
Saúl Arellano
El país se está descomponiendo aceleradamente. Por doquier se abren nuevos frentes y por doquier se hacen cada vez más evidentes las limitaciones, pero sobre todo, las mezquindades de quienes rodean al titular del Ejecutivo federal. A éste se le ve cada vez más solo, más desesperado y más atrapado por las circunstancias y los grupos de presión que crecen y se fortalecen día con día en el interior de Acción Nacional.El 2010, un año emblemático históricamente para nuestro país, debiera ser un año de reflexión, pero sobre todo de acción.Aún hay tiempo para construir un gran acuerdo nacional para la solidaridad, la justicia y la dignidad, y darle al menos rumbo a lo que queda de este gobierno. No hacerlo implica apostar por la inseguridad y la pobreza, en aras de proteger los intereses de los mismos de siempre.
Inseguridad: la sociedad no hace su papel
El Universal, p. 19/Primera-Opinión
Ernesto López Portillo
Se habla mucho de la falla de los gobiernos para crear políticas de Estado eficaces en contra de la inseguridad; poco se comenta, en cambio, de la incapacidad de la sociedad para sumarse en movimientos duraderos y productivos ante el mismo desafío. Quien se tome unos minutos para ver los compendios internacionales más avanzados sobre prevención del delito y la violencia, encontrará que es tan importante lo que hace la autoridad como lo que aporta la sociedad en un esfuerzo eficaz y democrático contra la inseguridad. Nuestra incapacidad de frenar la inseguridad, la violencia y el delito debe verse al menos en estos dos planos: gobierno y sociedad. Una de mis principales hipótesis de trabajo en torno a la inseguridad en México es que la autoridad ve a la sociedad como parte del problema, y viceversa. Cada que hablo con un funcionario, me dice que la gente no entiende lo que debe hacer y escucho a un líder tras otro de la sociedad refiriendo que la autoridad no hace lo que le toca. Tal vez tienen razón, el problema es que mientras sigamos así, poco o nada avanzaremos. Para que las cosas cambien, deben evolucionar las ideas y las acciones en ambos frentes (…)
El deber de rendir cuentas
El Universal, p. 18/Primera-Opinión
Alberto Herrera Aragón
(…) Con el fin de generar un marco efectivo de justicia y legalidad en el país, es indispensable que el gobierno y las autoridades militares reconozcan la magnitud y la gravedad de las violaciones de derechos humanos perpetradas por el personal militar en el desempeño de operaciones de seguridad pública en los últimos años, y que actúen diligentemente para invertir esta tendencia. El presidente Calderón tiene razón al decir que no debe darse un paso atrás en la lucha contra el crimen organizado. Y tiene razón también al decir que en México debe prevalecer el estado de derecho. Para ello, es fundamental que cada paso dado respete los principios internacionalmente reconocidos de los derechos humanos.
¿Qué esperar del 2010?
El Universal, p. 19/Primera-Opinión
Alberto Aziz Nassif
Todavía están frescos los olores que deja el 2009, pero ya le dimos la vuelta al calendario. Mientras empiezan a calentarse los motores que moverán este año, se pueden prever algunas tendencias, con la precaución de saber que la realidad terminará superando por mucho cualquier pronóstico tempranero. (…) La vida política tendrá varios frentes, pero dos de los más visibles serán los procesos electorales en 15 estados y las posibles reformas políticas. 4 de cada 10 ciudadanos serán convocados a las urnas para elegir doce gubernaturas, mil 533 ayuntamientos y 309 diputados. Salvo sorpresas, se verá la aplanadora del PRI retener sus 9 estados, el PAN tendrá que hacer esfuerzos para conservar sus dos territorios y si el PRD logra una estrategia unificada podrá seguir gobernando Zacatecas. El decálogo de reformas políticas que propuso Felipe Calderón en diciembre será un tema que llenará una parte de la agenda legislativa, junto con una nueva reforma fiscal. Durante semanas y meses veremos a la partidocracia vetar las reformas que podrían ampliar la participación ciudadana y, al mismo tiempo, negociar las reformas que afectan al régimen, como la reelección y la segunda vuelta presidencial. Como se puede ver en esta breve mirada, no hay nada para entusiasmarse demasiado en 2010...
2010, la incertidumbre
El Universal, p. 19/Primera-Opinión
Alejandro Encinas Rodríguez
Más allá del significado mítico que los mexicanos acostumbramos dar a fechas y sucesos emblemáticos de nuestra historia y cultura, 2010 es con mucho un año crucial para el futuro del país. No se trata sólo de estar a la mira del impacto continuado de la crisis económica que, pese al optimismo oficial y de los apologistas del régimen, continuará impactando negativamente al empleo y al salario, máxime con la escalada inflacionaria de enero y la entrada en vigor de nuevos impuestos. Tampoco se trata de limitarse al seguimiento de la violencia alcanzada en los enfrentamientos con la delincuencia organizada, en la cual algunos de sus cárteles permanecen intactos, ni mantenerse atento al profundo deterioro de las instituciones públicas (…)
2010, ¿algo que festejar?
Reforma, p. 10/Primera - Opinión
Jorge Alcocer V.
Quizá para la mayoría de los mexicanos será, simple y sencillamente, un año más, que esperamos menos malo que el anterior. Al iniciar la segunda década del siglo XXI la inmensa mayoría de los mexicanos se encuentra en una situación marcada por la desesperanza que alimentan por igual la carencia de lo básico. En menos de tres décadas, sucesivos gobiernos acabaron con el mayor recurso natural no renovable de México: el petróleo.
En lo que no hemos parado es en materia de reformas electorales, que nos han dado relativa confianza en la certeza y legalidad de los resultados comiciales, permitieron la alternancia y colocaron a México entre las naciones democráticas. Pero la democracia no produce crecimiento económico ni genera empleos.
Audacia ante la barbarie
Reforma, p. 11/Primera - Opinión
Eduardo R. Huchim
Es preciso no relegar al olvido la matanza de los familiares del marino muerto en la operación que terminó con la vida del capo Arturo Beltrán Leyva, porque rompió no sólo códigos de guerra, sino también los existentes entre la delincuencia organizada de diversas partes del mundo, ¿qué necesidad había de difundir profusamente un segundo homenaje, éste en su tierra natal, revelando datos de la ubicación de su familia, a la cual no se protegió? ¿Por qué alimentar la suspicacia de que el caso se pretendió usar con fines propagandísticos?
El gobierno no ha querido promover la legalización de las drogas, que sería la mejor forma de combatir al narcotráfico, y escogió a fines de 2006 la peor forma de hacerlo: lanzar al combate a policías, soldados y marinos sin un plan previa y claramente definido. Todas esas noticias han pasado pronto al olvido. No permitamos que tal cosa siga ocurriendo, no nos acostumbremos a los actos que equiparan al hombre con la bestia. Quizá lo único adicional sería exigir inteligencia y audacia contra el narco, virtudes que se sitúan muy lejos de la decisión de lanzar a policías y militares a una desarticulada y cruenta guerra imposible de ganar.
Dos desfiles
Reforma, p. 10/Primera – Opinión, Federico Reyes Heroles
Ya no tienen que combatir a los realistas, tampoco romper el vínculo con una monarquía poderosa. No tienen que esperar largas semanas o meses para conocer las respuestas de aliados u opositores. Tampoco tienen que deshacerse de la longeva dictadura de un personaje que llegó a tener todos los hilos de la conducción nacional.
Hoy el poder está dividido en el territorio nacional y dentro del territorio en poderes y aún más con la participación de varios partidos. En Calderón, Nava, Madero, Vázquez Mota, Paredes, Beltrones, Rojas, entre otros, se concentran hoy las grandes decisiones del futuro. ¡Qué oportunidad! México ha sido muy generoso con ellos. Es hora de que piensen en grande y busquen un lugar en la historia, en la de fondo.
Décadas
La Jornada, p. 12/Opinión
Marco Rascón
La década que se fue, es de las que aprietan: la que viene, es de las que ahorcan. Nuestra generación es la más pérdida de todas, la más errática: es una generación fallida-y mediocre; intelectualmente galardonada como ninguna, déspota e inútil históricamente.
Las pérdidas nos están ganando, por haber detenido la marcha y haber hecho de las formas de lucha, caricaturas y escenografías, proclamas del resentimiento, abandono del sentido del humor, gritos y acomodos. Fue el fin de la primera década del siglo XXI y ahora está la carnada de 2012 para continuar los errores, por la vía de la década perdida, los insultos y la victimización.
Agenda México 2010 /I
Milenio Diario, p. 13/Opinión
Ricardo Monreal Avila
La caducidad de la crisis sistémica que se evidenció el año pasado no es de un año. Es secuela de por lo menos una década de errores y abusos. Uno que otro indicador mejorará, pero el grueso de ellos seguirá reflejando la descomposición, desintegración y desgaste de un sistema que luce rebasado y agotado. A vuelo de pájaro, estos son los temas de la agenda pública que trae bajo el brazo el 2010. 1) La secuela de la crisis económica y la teoría Senyek (Keynes al revés) para volver a crecer; 2) el rostro genocida de la guerra irregular contra el crimen: 3) dos amenazas de salud pública: el virus de la influenza y la crisis del agua; 4) el primer calendario de elecciones locales; 5) el uso y abuso político de los festejos centenarios de la Independencia y la Revolución mexicana.
Sin argumentos
Milenio Diario, p. 12/Opinión
Roberto Blancarte
Luego de la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal ha habido de todo, o casi de todo, con excepción de argumentos razonables.
El mejor ejemplo de esto es la famosa frase del obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda: “Se me hace una estupidez”. En realidad, si uno trata de desentrañar el pensamiento religioso, éste es realmente básico.- un matrimonio está hecho para procrear, según su lógica y, por lo tanto, si los homosexuales no pueden tener hijos, no deberían tener derecho a contraerlo. En el fondo, el temor de algunos es que las parejas homosexuales abusen de sus propios hijos adoptivos. La ira moralista del arzobispo lo ha puesto en el límite de la ley, si no es que fuera de ella; ésa que él sólo respeta si está de acuerdo a sus principios religiosos. Seguramente lanzará a sus huestes más fanáticas en una cruzada que rayará en la homofobia y la discriminación.
El derecho de las minorías
Excélsior, p. 14/Primera-Opinión, Jesús Ortega Martínez
Será el de la economía, uno de los temas que impactarán la vida- política en los próximos meses. Pero no es éste el único, pues existen, otros, corno la inseguridad, la violencia, la corrupción...hay otro tema que merece nuestra atención y que ha generado polémica en las últimas semanas, especialmente a partir de la aprobación de la ley qué hace posibles los matrimonios entre personas que tienen preferencias sexuales diferentes de las de los heterosexuales y que además posibilita que estas uniones civiles puedan adoptar a infantes.
Esta es una ley progresista y de avanzada pues da un paso más en contra de la discriminación que lamentablemente aún existe en nuestro país.
La ley que permite constituir familias diferentes a las que conciben dogmáticamente algunas religiones es una ley que avanza en el reconocimiento de nuestra pluralidad y en el respeto a los derechos de todos y todas, incluidas las minorías.
Año de los aniversarios
Excélsior, p. 15/Primera-Opinión
Rodrigo Morales Manzanares
El doble Centenario que se celebra este 2010 puede ser ocasión para leer provechosa y productivamente la historia. El doble centenario que se celebra este 2010 puede ser ocasión para leer provechosa y productivamente la historia y proyectar, sin mezquindades, qué nación queremos. Pero puede suceder que, tras el peso simbólico de las revueltas centenarias, se obnubile la visión y se agite el cuerpo social para reclamar otra cita revolucionaria.
Cualquier aniversario supone una suerte de corte de caja, si podemos volver aponer ala nación en el centro de nuestro balance y nos olvidamos un poco de las elecciones, las leyes o la recaudación, la reflexión habrá valido la pena. Ojalá seamos capaces.
El proyecto que no construyó Calderón
La Crónica de Hoy, p. Dos/Opinión
Saúl Arellano
El país se está descomponiendo aceleradamente. Por doquier se abren nuevos frentes y por doquier se hacen cada vez más evidentes las limitaciones, pero sobre todo, las mezquindades de quienes rodean al titular del Ejecutivo federal. A éste se le ve cada vez más solo, más desesperado y más atrapado por las circunstancias y los grupos de presión que crecen y se fortalecen día con día en el interior de Acción Nacional.El 2010, un año emblemático históricamente para nuestro país, debiera ser un año de reflexión, pero sobre todo de acción.Aún hay tiempo para construir un gran acuerdo nacional para la solidaridad, la justicia y la dignidad, y darle al menos rumbo a lo que queda de este gobierno. No hacerlo implica apostar por la inseguridad y la pobreza, en aras de proteger los intereses de los mismos de siempre.
Inseguridad: la sociedad no hace su papel
El Universal, p. 19/Primera-Opinión
Ernesto López Portillo
Se habla mucho de la falla de los gobiernos para crear políticas de Estado eficaces en contra de la inseguridad; poco se comenta, en cambio, de la incapacidad de la sociedad para sumarse en movimientos duraderos y productivos ante el mismo desafío. Quien se tome unos minutos para ver los compendios internacionales más avanzados sobre prevención del delito y la violencia, encontrará que es tan importante lo que hace la autoridad como lo que aporta la sociedad en un esfuerzo eficaz y democrático contra la inseguridad. Nuestra incapacidad de frenar la inseguridad, la violencia y el delito debe verse al menos en estos dos planos: gobierno y sociedad. Una de mis principales hipótesis de trabajo en torno a la inseguridad en México es que la autoridad ve a la sociedad como parte del problema, y viceversa. Cada que hablo con un funcionario, me dice que la gente no entiende lo que debe hacer y escucho a un líder tras otro de la sociedad refiriendo que la autoridad no hace lo que le toca. Tal vez tienen razón, el problema es que mientras sigamos así, poco o nada avanzaremos. Para que las cosas cambien, deben evolucionar las ideas y las acciones en ambos frentes (…)
El deber de rendir cuentas
El Universal, p. 18/Primera-Opinión
Alberto Herrera Aragón
(…) Con el fin de generar un marco efectivo de justicia y legalidad en el país, es indispensable que el gobierno y las autoridades militares reconozcan la magnitud y la gravedad de las violaciones de derechos humanos perpetradas por el personal militar en el desempeño de operaciones de seguridad pública en los últimos años, y que actúen diligentemente para invertir esta tendencia. El presidente Calderón tiene razón al decir que no debe darse un paso atrás en la lucha contra el crimen organizado. Y tiene razón también al decir que en México debe prevalecer el estado de derecho. Para ello, es fundamental que cada paso dado respete los principios internacionalmente reconocidos de los derechos humanos.
¿Qué esperar del 2010?
El Universal, p. 19/Primera-Opinión
Alberto Aziz Nassif
Todavía están frescos los olores que deja el 2009, pero ya le dimos la vuelta al calendario. Mientras empiezan a calentarse los motores que moverán este año, se pueden prever algunas tendencias, con la precaución de saber que la realidad terminará superando por mucho cualquier pronóstico tempranero. (…) La vida política tendrá varios frentes, pero dos de los más visibles serán los procesos electorales en 15 estados y las posibles reformas políticas. 4 de cada 10 ciudadanos serán convocados a las urnas para elegir doce gubernaturas, mil 533 ayuntamientos y 309 diputados. Salvo sorpresas, se verá la aplanadora del PRI retener sus 9 estados, el PAN tendrá que hacer esfuerzos para conservar sus dos territorios y si el PRD logra una estrategia unificada podrá seguir gobernando Zacatecas. El decálogo de reformas políticas que propuso Felipe Calderón en diciembre será un tema que llenará una parte de la agenda legislativa, junto con una nueva reforma fiscal. Durante semanas y meses veremos a la partidocracia vetar las reformas que podrían ampliar la participación ciudadana y, al mismo tiempo, negociar las reformas que afectan al régimen, como la reelección y la segunda vuelta presidencial. Como se puede ver en esta breve mirada, no hay nada para entusiasmarse demasiado en 2010...
2010, la incertidumbre
El Universal, p. 19/Primera-Opinión
Alejandro Encinas Rodríguez
Más allá del significado mítico que los mexicanos acostumbramos dar a fechas y sucesos emblemáticos de nuestra historia y cultura, 2010 es con mucho un año crucial para el futuro del país. No se trata sólo de estar a la mira del impacto continuado de la crisis económica que, pese al optimismo oficial y de los apologistas del régimen, continuará impactando negativamente al empleo y al salario, máxime con la escalada inflacionaria de enero y la entrada en vigor de nuevos impuestos. Tampoco se trata de limitarse al seguimiento de la violencia alcanzada en los enfrentamientos con la delincuencia organizada, en la cual algunos de sus cárteles permanecen intactos, ni mantenerse atento al profundo deterioro de las instituciones públicas (…)
2010, ¿algo que festejar?
Reforma, p. 10/Primera - Opinión
Jorge Alcocer V.
Quizá para la mayoría de los mexicanos será, simple y sencillamente, un año más, que esperamos menos malo que el anterior. Al iniciar la segunda década del siglo XXI la inmensa mayoría de los mexicanos se encuentra en una situación marcada por la desesperanza que alimentan por igual la carencia de lo básico. En menos de tres décadas, sucesivos gobiernos acabaron con el mayor recurso natural no renovable de México: el petróleo.
En lo que no hemos parado es en materia de reformas electorales, que nos han dado relativa confianza en la certeza y legalidad de los resultados comiciales, permitieron la alternancia y colocaron a México entre las naciones democráticas. Pero la democracia no produce crecimiento económico ni genera empleos.
Audacia ante la barbarie
Reforma, p. 11/Primera - Opinión
Eduardo R. Huchim
Es preciso no relegar al olvido la matanza de los familiares del marino muerto en la operación que terminó con la vida del capo Arturo Beltrán Leyva, porque rompió no sólo códigos de guerra, sino también los existentes entre la delincuencia organizada de diversas partes del mundo, ¿qué necesidad había de difundir profusamente un segundo homenaje, éste en su tierra natal, revelando datos de la ubicación de su familia, a la cual no se protegió? ¿Por qué alimentar la suspicacia de que el caso se pretendió usar con fines propagandísticos?
El gobierno no ha querido promover la legalización de las drogas, que sería la mejor forma de combatir al narcotráfico, y escogió a fines de 2006 la peor forma de hacerlo: lanzar al combate a policías, soldados y marinos sin un plan previa y claramente definido. Todas esas noticias han pasado pronto al olvido. No permitamos que tal cosa siga ocurriendo, no nos acostumbremos a los actos que equiparan al hombre con la bestia. Quizá lo único adicional sería exigir inteligencia y audacia contra el narco, virtudes que se sitúan muy lejos de la decisión de lanzar a policías y militares a una desarticulada y cruenta guerra imposible de ganar.
Dos desfiles
Reforma, p. 10/Primera – Opinión, Federico Reyes Heroles
Ya no tienen que combatir a los realistas, tampoco romper el vínculo con una monarquía poderosa. No tienen que esperar largas semanas o meses para conocer las respuestas de aliados u opositores. Tampoco tienen que deshacerse de la longeva dictadura de un personaje que llegó a tener todos los hilos de la conducción nacional.
Hoy el poder está dividido en el territorio nacional y dentro del territorio en poderes y aún más con la participación de varios partidos. En Calderón, Nava, Madero, Vázquez Mota, Paredes, Beltrones, Rojas, entre otros, se concentran hoy las grandes decisiones del futuro. ¡Qué oportunidad! México ha sido muy generoso con ellos. Es hora de que piensen en grande y busquen un lugar en la historia, en la de fondo.
Décadas
La Jornada, p. 12/Opinión
Marco Rascón
La década que se fue, es de las que aprietan: la que viene, es de las que ahorcan. Nuestra generación es la más pérdida de todas, la más errática: es una generación fallida-y mediocre; intelectualmente galardonada como ninguna, déspota e inútil históricamente.
Las pérdidas nos están ganando, por haber detenido la marcha y haber hecho de las formas de lucha, caricaturas y escenografías, proclamas del resentimiento, abandono del sentido del humor, gritos y acomodos. Fue el fin de la primera década del siglo XXI y ahora está la carnada de 2012 para continuar los errores, por la vía de la década perdida, los insultos y la victimización.
Agenda México 2010 /I
Milenio Diario, p. 13/Opinión
Ricardo Monreal Avila
La caducidad de la crisis sistémica que se evidenció el año pasado no es de un año. Es secuela de por lo menos una década de errores y abusos. Uno que otro indicador mejorará, pero el grueso de ellos seguirá reflejando la descomposición, desintegración y desgaste de un sistema que luce rebasado y agotado. A vuelo de pájaro, estos son los temas de la agenda pública que trae bajo el brazo el 2010. 1) La secuela de la crisis económica y la teoría Senyek (Keynes al revés) para volver a crecer; 2) el rostro genocida de la guerra irregular contra el crimen: 3) dos amenazas de salud pública: el virus de la influenza y la crisis del agua; 4) el primer calendario de elecciones locales; 5) el uso y abuso político de los festejos centenarios de la Independencia y la Revolución mexicana.
Sin argumentos
Milenio Diario, p. 12/Opinión
Roberto Blancarte
Luego de la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal ha habido de todo, o casi de todo, con excepción de argumentos razonables.
El mejor ejemplo de esto es la famosa frase del obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda: “Se me hace una estupidez”. En realidad, si uno trata de desentrañar el pensamiento religioso, éste es realmente básico.- un matrimonio está hecho para procrear, según su lógica y, por lo tanto, si los homosexuales no pueden tener hijos, no deberían tener derecho a contraerlo. En el fondo, el temor de algunos es que las parejas homosexuales abusen de sus propios hijos adoptivos. La ira moralista del arzobispo lo ha puesto en el límite de la ley, si no es que fuera de ella; ésa que él sólo respeta si está de acuerdo a sus principios religiosos. Seguramente lanzará a sus huestes más fanáticas en una cruzada que rayará en la homofobia y la discriminación.
El derecho de las minorías
Excélsior, p. 14/Primera-Opinión, Jesús Ortega Martínez
Será el de la economía, uno de los temas que impactarán la vida- política en los próximos meses. Pero no es éste el único, pues existen, otros, corno la inseguridad, la violencia, la corrupción...hay otro tema que merece nuestra atención y que ha generado polémica en las últimas semanas, especialmente a partir de la aprobación de la ley qué hace posibles los matrimonios entre personas que tienen preferencias sexuales diferentes de las de los heterosexuales y que además posibilita que estas uniones civiles puedan adoptar a infantes.
Esta es una ley progresista y de avanzada pues da un paso más en contra de la discriminación que lamentablemente aún existe en nuestro país.
La ley que permite constituir familias diferentes a las que conciben dogmáticamente algunas religiones es una ley que avanza en el reconocimiento de nuestra pluralidad y en el respeto a los derechos de todos y todas, incluidas las minorías.
Año de los aniversarios
Excélsior, p. 15/Primera-Opinión
Rodrigo Morales Manzanares
El doble Centenario que se celebra este 2010 puede ser ocasión para leer provechosa y productivamente la historia. El doble centenario que se celebra este 2010 puede ser ocasión para leer provechosa y productivamente la historia y proyectar, sin mezquindades, qué nación queremos. Pero puede suceder que, tras el peso simbólico de las revueltas centenarias, se obnubile la visión y se agite el cuerpo social para reclamar otra cita revolucionaria.
Cualquier aniversario supone una suerte de corte de caja, si podemos volver aponer ala nación en el centro de nuestro balance y nos olvidamos un poco de las elecciones, las leyes o la recaudación, la reflexión habrá valido la pena. Ojalá seamos capaces.
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