jueves, diciembre 04, 2008

Comentocracia: Ante la crisis, hacen falta dos presidentes



Hoy a los articulistas les dió por la crisis económica:

Así viene la síntesis de artículos:

Dos presidentes

Reforma, p. 13/Primera
Jorge Ramos Ávalos
La crisis económica en Estados Unidos es tan grande que no basta un presidente para enfrentarla. Se necesitan dos. Luego de ganar la elección, Barack Obama trató de tomar el camino diplomático y dijo que en Estados Unidos sólo había un Presidente a la vez. George W. Bush agradeció el gesto y rápidamente lo invitó a él y a su esposa Michelle a la Casa Blanca. Pero la crisis económica fue creciendo y Bush, otra vez, ya no pudo solo. La Bolsa de Valores de Nueva York se desplomó el mes pasado por debajo de los 8 mil puntos. Y varias compañías esenciales para el país -AIG, Citigroup, Ford, General Motors, Chrysler...- se colocaron al borde del precipicio.

Los dos años de Felipe Calderón

Milenio Diario, p. 16/Opinión
Diódoro Carrasco Altamirano
Dos años pueden ser poco o mucho tiempo; depende de los marcos de referencia. En el caso del presidente Calderón, al cumplirse dos años de su toma de posesión como titular del Poder Ejecutivo federal, puede decirse que dos años han sido suficientes. Más allá de los amagos de inestabilidad al inicio de su gobierno, por parte de liderazgos insatisfechos con la derrota electoral de 2006, y más allá de imprevistos, accidentes trágicos y retos inesperados, lo cierto es que Calderón ha mostrado, en los hechos, que quiere gobernar y que puede gobernar de acuerdo con el mandato recibido.

Demagogia irresponsable

El Universal, p. 20/Opinión
Pedro Salazar Ugarte
La abolición de la pena de muerte ha sido un símbolo civilizatorio, una prueba de modernidad ilustrada. Lo que reposa detrás de esa decisión es la convicción profunda de que la dignidad humana -de todas las personas, incluso de los delincuentes más despiadados- está por encima de las pulsiones primitivas que nos inclinan a la violencia y a la venganza. No es baladí que la enorme mayoría de las democracias constitucionales contemporáneas hayan caminado en esa dirección. La Unión Europea es el modelo emblemático: el Coliseo romano, arena que fue testigo de ejecuciones y masacres, por decisión de los estados europeos, en nuestros días, se viste de colores las noches en las que, en algún lugar del planeta, se decide suspender la ejecución de un condenado. En el extremo opuesto está el salvaje primitivismo que, inspirado en la Ley del Talión, conduce a ciertos países, sobre todo de tradición islámica, a lapidar personas, ahorcar adolescentes, cercenar cuerpos. ¿Hacia dónde queremos mirar los mexicanos?

No sólo hacer, sino convencer

La Jornada, p. 22/Opinión
Néstor Martínez Cristo
¿Podría alguien con mediana sensatez haber supuesto que las autoridades encargadas de la seguridad del país serían capaces de revertir el problema al término de cien días? Estoy cierto de que no. Francamente parecería ingenuo considerarlo siquiera. Sobre todo si se observan los enormes costos y los magros resultados -de existir- que la lucha contra la delincuencia organizada, en particular el narcotráfico y el secuestro, ha arrojado para el país. Más bien, me parece que los poco más de tres meses que el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad fijó como plazo para conocer y evaluar los resultados del combate a la delincuencia, representaron una auténtica bocanada de oxígeno para un gobierno que se asfixiaba entre su ineficacia y la creciente indignación social que se desbordaba para entonces.


Crisis económica, sí, ¿y la inseguridad?

El Financiero, p. 29/Internacional
Fernando Schütte Elguero
La actual crisis que cierne sobre el mundo es un fenómeno que afecta mucho más a los países que habían podido brindar a sus ciudadanos un estado de bienestar casi inaudito, en cambio en los países como el nuestro la crisis afecta sólo a unos cuantos, sin que esto signifique que no haya quien no sufra por ello, pero el nivel de bienestar de los mexicanos está muy lejos del de países como los europeos o el de los estadounidenses, de más al norte de nosotros. Por otra parte, es necesario reconocer que los mexicanos estamos muy acostumbrados a las crisis que de manera recurrente nos han venido asfixiando, y hemos sobrevivido a ellas.


Enfrentando la crisis: no especule

El Financiero, p. 28/Internacional
Marco V. Herrera B.
Estamos enfrente de una crisis de tales magnitudes, que pocos son los que están captando los alcances que pudiera tener. Es una crisis inaudita que no nace en nuestro país pero que nos afectará, definitivamente, como al resto del mundo. Esta es una crisis mundial nacida en Estados Unidos y causada por un sistema de ambición y un exceso en la especulación. Aquí en México curiosamente acostumbramos decir que estamos en crisis, pero hoy, sin tener una debacle económica como la que pasamos en el 88 o el 94, la sociedad está expectante, sin tomar decisiones o acciones. Se puede decir que está negándose su posible efecto y eso puede ser tan grave como el que en Estados Unidos todos están sobrerreaccionando ante cualquier hecho o noticia, lo que es parte de la cultura de la especulación.


Pobreza, desigualdad y crisis

Reforma, p. 12/Primera
José Woldenberg
La pobreza es un mal en sí mismo. La exclusión de una serie de bienes materiales y culturales segrega a franjas importantes de la población. Pero la pobreza aunada a las profundas desigualdades que cruzan al país es un agravio multiplicado. Ambas tienden a erosionar la cohesión social, a generar ciudadanos incompletos -incapaces de apropiarse y ejercer sus derechos- y a debilitar la adhesión a las fórmulas democráticas de convivencia. Son rasgos que han marcado profundamente nuestra coexistencia y que ahora en tiempos de crisis pueden -aunque no deben- agudizarse. Por ello un “Grupo Plural” de personas convocamos a muy diferentes especialistas a debatir sobre los retos que México tiene enfrente. (…)


El desayuno y la catástrofe

El Universal, p. 21/Opinión
Manuel Bartlett Díaz
El mundo esta en crisis, los poderosos están en crisis, la peor crisis de la historia. De origen estadounidense, nos golpea de inmediato. En todos lados se aplican medidas desesperadas para evitar la catástrofe. En México se celebra un placentero desayuno en Palacio Nacional, asisten los poderes, gobernadores, partidos, invitados. Celebran dos años de gobierno. El presidente Calderón lee un largo texto, informe de “realizaciones”, programas en marcha -los mismos-, lucha contra el crimen organizado, la infiltración y su limpieza. Por ahí aparecen dos menciones a “la crisis mundial que tendrá un impacto en la economía”, pero “sabemos qué hacer y estamos actuando”. Así, nada más. El público satisfecho, el PAN asiente, el PRI cupular en un arranque crítico inusitado califica el informe de claroscuro, el PRD de desastre y ya.

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