Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, de La Jornada, detecta una amenaza que se empieza a escuchar en diferentes ámbitos del PRI: que varias facciones se preparan para intentar reventar la Asamblea Estatal de Delegados –programada para el 28 de febrero– ante la falta de un acuerdo real para postular a la senadora Blanca Alcalá Ruiz como candidata de unidad, pues hasta ahora no se ha concretado un proyecto que dé espacios de participación de todos los grupos en el actual proceso electoral.
El meollo del asunto
Los brotes de inconformidad se perciben en las facciones encabezadas por Enrique Doger Guerrero, Alberto Jiménez Merino, Javier López Zavala y Alejandro Armenta Mier, mientras que los grupos de Juan Carlos Lastiri y Juan Manuel Vega Rayet se muestran institucionales, disciplinados y se atienen a lo que decida el partido.
El anterior panorama plantea que si Blanca Alcalá no logra en los próximos días aplanar el sinuoso camino que debe de transitar para lograr la candidatura, podría ser el PRI su principal factor de vulnerabilidad para enfrentar la próxima campaña electoral.
El anterior panorama plantea que si Blanca Alcalá no logra en los próximos días aplanar el sinuoso camino que debe de transitar para lograr la candidatura, podría ser el PRI su principal factor de vulnerabilidad para enfrentar la próxima campaña electoral.
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