La Hora Cósmica
Por Cosme Haces
De lo sublime a lo ridículo sólo hay un paso.
Por Cosme Haces
De lo sublime a lo ridículo sólo hay un paso.
Y muchas veces no se sabe si en el andar, la siguiente zancada será la mala.
Hay quienes prefieren darla, para probar, por tercos, por audaces o incluso por soberbia.
Ricardo Villa Escalera es de los que prefieren dar ese paso.
Va por su cuarta contienda electoral, según anunció ayer. Se lanzará como candidato independiente para gobernador de Puebla.
No cabe duda de que es un luchador.
Y su mejor contienda política fue sin duda la campaña de 1983 por la alcaldía de la ciudad de Puebla, cuando encabezó desde el PAN un movimiento cívico memorable, para arrebatarle al PRI el poder que venía ostentando por décadas.
En momentos decisivos de la historia, los poblanos saben ser precursores y eso fue lo que ocurrió en 1983.
Lo recuerdo bien, porque a causa de la publicación de aquellos hechos, a mí me corrieron de El Heraldo de México, donde era jefe de redacción.
Era el primer año de gobierno del presidente Miguel de la Madrid, y meses antes de las elecciones de Puebla, había habido otras en Chihuahua, donde la oposición, había ganado si mal no recuerdo, nueve alcaldías en Chihuahua, entre ellas la capital del estado.
De la Madrid se cerró. Se juró, al parecer, que no le volvían a hacer otra igual y obró en consecuencia.
Puebla fue la víctima.
Ocurre que para las elecciones de 1983, se había logrado aquí una organización ciudadana que tomó por sorpresa al gobierno y al PRI:
La gente se organizó para acudir a primera hora a las casillas. Descubrieron así, que las urnas ya estaban retacadas de votos a favor del partido oficial. Interceptaron la comunicación por radio de los operadores príistas y pusieron al descubierto los trucos de los mapaches. Encontraron las bodegas donde las urnas se concentraban para alterar los votos antes de llevarlas a los centros electorales.
La gente se organizó para acudir a primera hora a las casillas. Descubrieron así, que las urnas ya estaban retacadas de votos a favor del partido oficial. Interceptaron la comunicación por radio de los operadores príistas y pusieron al descubierto los trucos de los mapaches. Encontraron las bodegas donde las urnas se concentraban para alterar los votos antes de llevarlas a los centros electorales.
Evidenciaron, en definitiva, el cochinero priísta.
La indignación fue mayúscula y el movimiento de resistencia, ejemplar.
Ricardo Villa Escalera estuvo siempre ahí, al frente de los suyos.
Recuerdo también a Francisco Fraile, que animaba los mítines con porras y proclamas encendidas.
Fue un movimiento cívico trascendente, porque de Puebla se contagió a otros estados.
Surgieron líderes locales, que encabezaban la lucha por el cambio, en muchos puntos del país. Pancho Barrio, en Chihuahua, es sólo un ejemplo.
Se adoptaron tácticas de resistencia civil.
Y se logró por fin que se reconociera el triunfo de un gobernador de oposión, Ernesto Ruffo, en Baja California.
La culminación fue el triunfo de Vicente Fox, en la Presidencia de la República, con el que se puso fin a la hegemonía del partido único.
Aquí empezó
Todo esto empezó por Puebla.
Y le tocó a Ricardo Villa Escalera ser providencialmente el protagonista.
Estuvo a la altura.
Pero los tiempos cambian, las personas también y la sociedad mucho más.
Tal vez el tiempo de Villa Escalera ya pasó.
Y su cuarto intento electoral podría ser el paso al ridículo.
No se lo deseo.
Es un luchador y no hay peor lucha que la que no se hace.
Claro que ese riesgo está latente, pero me parece que un personaje serio, comprometido y preparado como lo es Ricardo, evidentemente que prefiere exponerse al ridículo, que esconder la cabeza ante la triste realidad que vivimos.
ResponderBorrarEstoy de acuerdo, Leobardo. Gracias por opinar.
BorrarSr. Cosme, qué pena que un periodista con su trayectoria no sea más sutil en sus artículos, deberíamos sentirnos apenados los mexicanos en general incluyéndolo a usted por la falta de amor por nuestra patria, qué pena que tenga que ser una persona de la edad de Don Ricardo Villa Escalera el que tenga todavía esa chispa en el corazón para seguir luchando por la ciudad y el país que tanto ama, lo de ridículo sale sobrando, hombres como estos son los que hacen falta para sacar del hoyo a este mediocre país lleno de gente conformista, yo sí me uniré a esta lucha y verá usted que lo sublime es lo único correcto de su publicación!!
ResponderBorrarMis respetos para Don Ricardo.
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