viernes, julio 08, 2016

Enrique Ochoa, sin linaje priísta, llega a dirigir un partido desmoralizado y abatido

Pablo Hiriart en su columna Uso de Razón, de El Financiero, expone que militante del PRI desde la época de Luis Donaldo Colosio, Enrique Ochoa llegará a encabezar un partido desmoralizado, abatido, y en medio de la mal disfrazada molestia de los barones priistas que no lo ven como uno de los suyos.
Ochoa no es del grupo Atlacomulco ni fue presidente municipal o senador ligado a un gobernador de polendas, o miembro de un equipo de poder dentro del PRI, nacional o regional. Tampoco está alineado con algún precandidato presidencial.



El meollo del asunto

En pocas palabras, no tiene el linaje de la mayoría de quienes serán sus antecesores.
Colosio, en su momento, tampoco lo tenía. Y no se lo perdonaron nunca los de adentro y los de afuera, que lo quisieron hacer renunciar hasta de su candidatura presidencial.
Por eso resultó extraño que Ochoa vaya a dirigir el PRI, un partido de exigencias casi aristocráticas –en términos políticos– para muchos de quienes han sido sus líderes.
Se trata de un buen técnico, un buen negociador, al que el Presidente le tiene confianza.

Aquí la columna

++++++
SUSCRÍBETE gratis al Boletín de la Hora Cósmica. Recibirás de lunes a viernes a primera hora la información más destacada. PICA AQUÏ
++++++

No hay comentarios.:

Publicar un comentario