Peso pesado del espionaje oaxaqueño, pieza clave del proyecto de Martha Érika

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, de La Jornada de Oriente, narra que una pieza clave del proyecto de llevar a Martha Erika Alonso Hidalgo a la candidatura del PAN a la gubernatura y que pueda ganar la elección de 2018, es la presencia en Puebla de Olaf Iván Corro Labra, quien se hace cargo de las labores de espionaje desde el Poder Ejecutivo.

Es una tarea en la que se inició en Oaxaca a mediados de los años 90 –bajo la tutela del entonces mandatario Diódoro Carrasco Altamirano– y que le costó ser considerado como un enemigo acérrimo de la familia Murad, que en dos ocasiones ha tenido el control de la gubernatura de esa entidad.

El meollo del asunto

Olaf Iván Corro Labra, quien también ha sido operador del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se ha hecho cargo del Centro de Análisis y Prospectiva que se creó en el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas para realizar espionaje político y que tuvo como primer titular a Héctor Javier Arrona Urrea, quien actualmente es funcionario del ayuntamiento de la capital.
A diferencia de Héctor Arrona que era responsable solamente de las labores específicas de espionaje que le encomendaban, ahora Iván Corro ha concentrado toda la información de inteligencia que se recaba desde varias áreas del gobierno del estado.
La descripción pinta a Iván Corro como un peso pesado del espionaje y tácticas de desestabilización política. Ahora esas habilidades las ha puesto al servicio del morenovallismo.

Aquí la columna

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