Por Cosme Haces
La guerra sucia en las campañas electorales de Puebla, ha trascendido ya el nivel de los memes más o menos ingeniosos, para adquirir la categoría de palabras mayores.
Ya no sólo se trata de los trucos de hackers y vándalos de redes sociales para enlodar a uno u otro candidato.
Los predominantes partidos poblanos, el PAN y el PRI, las dos grandes sopas entre las que se supone habrían de escoger los electores, han convertido la contienda en un pleito de verduleras, en el que ellos mismos se rebajan, para dejar a los ciudadanos estupefactos ante la sarta de acusaciones con fundamento o sin él, para dejar al respetable sin saber ni a quién irle.
La guerra de lodo ha saltado de los periódicos y portales de la parroquia, más o menos interesados, y más o menos subvencionados con la publicidad de los partidos, a los grandes medios nacionales.
Esos que se supone están más allá del bien y del mal de los intereses locales y se precian de objetivos.
El resultado es que tanto el panista Antonio Gali, como Blanca Alcalá, del PRI quedan envueltos en una ola de "sospechosismo" que los dibuja como unos corruptos que han aprovechado sus carreras políticas para enriquecerse inmensamente.
Danza de millones
Hoy mismo, sin ir más lejos, el periódico Reforma sale con la noticia de que Antonio Gali ha duplicado sus ingresos en sólo seis años, y que las cifras reportadas en su más reciente declaración patrimonial contrastan con sus ingresos por concepto de salarios desde su incorporación al Gobierno de Puebla y, más tarde, como Alcalde de la capital.
Antes, el pasado miércoles 27, el periódico La Jornada reportaba que al abrigo del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, el candidato de la coalición Sigamos Adelante a la Gubernatura, José Antonio Gali Fayad, levantó un emporio de sociedades de antros, bares y restaurantes exclusivos en la capital poblana y Cholula, así como negocios offshore en Panamá, que son administrados por sus hijos y prestanombres, incluidos militantes perredistas.
Se trata de un largo reportaje, que por cierto no lleva firma, sino que atribuye su autoría a un vago crédito "De la redacción".
Según La Jornada, el hoy candidato del PAN a la gubernatura de Puebla –impulsado con todos los recursos económicos y humanos de la administración de Rafael Moreno Valle– es propietario de cuatro sociedades anónimas en Panamá, conocidas como offshore.
Y de ahí para adelante viene una larga enumeración de negocios más o menos turbios.
Casas blancas
Blanca Alcalá no se queda atrás en la descripcion mediática de su fortuna. Milenio titulaba su informacion hace unos días: Oculta Blanca a 3de3 inversión millonaria.
Y afirma:
"Una zona residencial nueva con 45 casas blancas, denominada Condominio Cerrada Fiore construidas del año 2014 a los primeros meses de 2016, luce en la calle Zapotecas en la colonia Santa Cruz Buenavista, en el municipio de Cuautlancingo.
"El conjunto habitacional era ignorado, hasta que documentos oficiales revelan que en éste hay activos millonarios de Blanca Alcalá Ruiz, candidata del PRIVerde- PES al gobierno del estado de Puebla".
Según el diario, la empresa Estilos Constructivos Sustentables SA de CV fue constituida entre abril y septiembre de 2011, los trámites de registro se iniciaron mes y medio después de que concluyó el periodo de Alcalá como alcaldesa de la ciudad de Puebla, en febrero de 2011.
Blanca tiene el 50% de las acciones, su yerno Edgar Chumacero el 25% y su empresario consentido Jesús Alejandro López Márquez el 25%, afirma el periódico.
Y así por el estilo.
¿Están pagando los candidatos a los medios para denigrarse unos a otros?
La duda es bastante razonable.
También es bastante razonable concluir que los electores, si la información periodística es cierta, están en la disyuntiva de escoger entre dos sinvergüenzas.
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