jueves, julio 28, 2016

En la vertiente de la narcopolítica, Los Chuchos tienen muchas explicaciones que dar

Raymundo Rivapalacio en su columna Estrictamente Personal, de El Financiero, considera que el asesinato del alcalde de Pungarabato, Ambrosio Soto Duarte, desnuda la vulnerabilidad institucional –la indefensión en la que se encuentran decenas de presidentes municipales–, y la forma como los partidos políticos son laxos con sus protocolos de seguridad. 
Exhibe, sobre todo, las contradicciones del PRD y de la corriente Nueva Izquierda, mejor conocida como Los Chuchos, que hicieron de Guerrero su edén durante el gobierno de Ángel Heladio Aguirre. 



El meollo del asunto

Las denuncias que ha hecho el PRD al gobierno estatal y al federal por el asesinato, son cínicas y extemporáneas. Deberían ser hechas hacia el interior del partido, que abandonó al alcalde a su suerte y contribuyó, con su indiferencia, a que este crimen se consumara. Culpables, no; responsables, sí.
Si el alcalde estaba siendo presionado y amenazado de muerte, ¿por qué el PRD no hizo nada por él?
El asesinato de Soto Duarte deja muchas incógnitas. Una de ellas es la vertiente de la narcopolítica, donde Los Chuchos tienen muchas explicaciones que dar.

Aquí la columna

++++++
SUSCRÍBETE gratis al Boletín de la Hora Cósmica. Recibirás de lunes a viernes a primera hora la información más destacada. PICA AQUÏ
++++++

No hay comentarios.:

Publicar un comentario