Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, de La Jornada de Oriente, considera que el fenómeno delictivo de matar a alcaldes y ex ediles que se ha detonado en el presente sexenio no ha encontrado una respuesta seria, profunda, comprometida, de parte de las autoridades locales, sino que se ha recurrido al artificio al estilo de la conductora de Televisa Andrea Legarreta de decir que la muerte de presidentes municipales no afecta la seguridad y la vida en el estado de Puebla, ni mucho menos pone en riesgo la vida de los munícipes que viven en la zona del llamado “triángulo rojo”, que es donde imponen su ley las bandas de huachicoleros.
El meollo del asunto
Diódoro Carrasco Altamirano, el flamante titular de la Secretaría General de Gobierno, es quien se ha encargado salir decir, al estilo de conductores televisivos, que con el asesinato de alcaldes no se daña la vida pública en la entidad poblana.
Las palabras de Diódoro Carrasco muestran que en el gobierno del estado no hay enojo, indignación, rabia, agravio, por la muerte de ediles, y que se quiere reducir lo ocurrido a la conclusión de que: “aquí no pasa nada”.
Aquí la columna
++++++
SUSCRÍBETE gratis al Boletín de la Hora Cósmica. Recibirás de lunes a viernes a primera hora la información más destacada. PICA AQUÏ
++++++
No hay comentarios.:
Publicar un comentario