Ante el gasolinazo, mucha ideología, pocos datos y puro oportunismo político electoral

Enrique Quintana en su columna Coordenadas, de El Financiero, considera que en la discusión sobre el tema de las gasolinas hay mucha ideología y pocos hechos y datos. Al margen de la postura que uno tenga, es conveniente estar documentados.
De acuerdo con la Encuesta de Gasto de los Hogares realizada por el Inegi, del total de los gastos que las familias mexicanas realizan en gasolinas y lubricantes (así los agrupan), 64 por ciento de lo desembolsado corresponde al 20 por ciento de mayores ingresos. 

El 60 por ciento de las familias de menores ingresos, es decir, algo así como 72 millones de personas, realiza sólo 14.1 por ciento del gasto total en gasolinas.
Si hubiera un subsidio a las gasolinas, éste sería altamente regresivo pues beneficiaría principalmente a los sectores de mayores ingresos.

El meollo del asunto

Sorprende que los partidos de la izquierda se sumen a las propuestas de los grupos empresariales, que demandan recortes del gasto público para impedir que las gasolinas suban de precio. Se puede entender esta propuesta entre quienes piensan que el Estado debe ser pequeño y con pocas tareas –como legítimamente piensan las corrientes liberales- pero resulta una muestra de puro oportunismo político-electoral entre los que piensan que debe gravarse más a quienes tienen más ingresos, como presuntamente opinan –o al menos opinaban– las corrientes de la izquierda.

Aquí la columna

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