Cancún, Los Cabos y Acapulco: las joyas del turismo en poder del crimen organizado

Francisco Garfias en su columna Arsenal, de Excélsior, opina que no se puede entregar Cancún, Los Cabos y Acapulco al crimen organizado. Pero es lo que ha sucedido en estas joyas del turismo en México. No le hace que manden soldados, marinos, federales, estatales o municipales.
El fenómeno del narco y la violencia que lo acompaña se mantienen fuera de control. Son de ellos los que controlan las plazas que más turismo jalan.
La impotencia para detenerlos tiene al borde de la agonía a la gallina de los huevos de oro. El secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, lo sabe. 

El meollo del asunto

Por eso anunció que en las próximas tres semanas echará a andar un programa especial para atender la seguridad en esos tres valiosos destinos turísticos.
El portal del periódico Novedades Quintana Roo señala que el programa incluye la creación de una nueva policía turística que va a ser apoyada con recursos de los empresarios, pero también públicos.
La pregunta es: ¿para qué una nueva policía?
Es difícil, por no decir imposible, que llegue a tener el potencial para intimidar al crimen organizado. Ya tuvimos la experiencia con la vieja policía turística. La cosa se puso aún más fea.
Estamos de acuerdo en que no está de más tener vigilancia extra, pero las grandes heridas no se curan con curitas.

Aquí la columna

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