Pretextos pendejos: ni la peor masacre indigna tanto como los muertos del socavón

Francisco Garfias en su columna Arsenal, de Excélsior, afirma que ninguna de las masacres en México ha provocado la indignación que produjo el Jetta devorado por el socavón que se abrió en el famoso Paso Exprés de Cuernavaca, con saldo de dos muertos.
Ese Paso Exprés, otrora orgullo del gobierno federal, hoy es la vergüenza de la ingeniería nacional.
Los mexicanos no apartan la vista del “hoyo de la negligencia” que tiene en jaque al mismísimo secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza.
Una y otra vez los medios repiten el video en el que el secretario se vanagloriaba de la obra, hace apenas tres meses. La presumía para los próximos 40 años.

El meollo del asunto

No duró ni cuatro meses.
Legisladores del PRD, del PAN y de Morena exigen su salida.
En charlas de café he escuchado dos veces la misma pregunta crítica: ¿Qué se necesita en México para que renuncie un secretario de Estado?
Es del dominio público que la tragedia pudo haberse evitado. Hay evidencia de que los vecinos y el gobierno estatal advirtieron los riesgos por las abundantes lluvias Ni caso.
Las constructoras le hacen al Poncio Pilatos. Las empresas Aldesa y Eppcor aseguran que el socavón se originó por la erosión de una alcantarilla afectada por el exceso de basura y la acumulación de agua de lluvia.
“Pretextos pendejos”, para citar al colega Carlos Loret de Mola.

Aquí la columna

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