jueves, enero 28, 2016

Le advierte a Anaya, el Bisoño Maravilla, que Moreno Valle todavía no está muerto

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, de Cambio, considera que emberrinchado, o quizá como parte de su plan traicionero semejante al que le aplicó a su mentor Gustavo Madero, el Bisoño Maravilla se dejó atrapar en la trampa que le tendió Agustín Basave: colocar en el mismo paquete las alianzas de Puebla y Tlaxcala. ¿Cómo fue que Ricardo Anaya cosió quirúrgicamente ambas? ¿Por qué no condicionó entidades del mismo peso electoral, por ejemplo, Puebla y Veracruz?


El meollo del asunto

Anaya, deliberadamente, se dejó poner condiciones en el caso Puebla y dejó a su suerte a Moreno Valle. Asesorado por Santiago Creel, se creyó aquello de que en la derrota pierde el gobernador poblano pero no él, un razonamiento absurdo.
En cualquier caso, si se iban a condicionar alianzas, Anaya debió haber volteado la tortilla: Puebla a cambio de Veracruz. O Puebla a cambio de Oaxaca. O Puebla a cambio de Zacatecas. ¿Cuál era la razón de aceptar la ecuación Puebla a cambio de Tlaxcala?
La lumbre, sin embargo, también va a llegar a los aparejos de Anaya si se pierde Puebla. Quizá el Bisoño Maravilla es uno de los que quieren mear la tumba del gobernador poblano –como escribió duramente Federico Arreola–, pero se va a equivocar porque Moreno Valle todavía no está muerto.

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