La semana negra de Antonio Gali; cuestionar su riqueza es exigencia social

Rodolfo Rivera Pacheco en su columna Al pie de la letra, de Status, señala que el hilo se rompe por lo más delgado. En política el prestigio personal es lo primero en que se quiebra. La semana que pasó –y seguramente ésta que empieza- fue negra en el panorama de campaña para el candidato panista-morenovallista Antonio Gali Fayad.
Dos de los periódicos de mayor circulación y prestigio –La Jornada y Reforma- exhiben el tema que Gali no puede ocultar y por el que quizás comience su debacle electoral: Su riqueza personal.

El meollo del asunto

Todos –TODOS- los que somos poblanos y que nos desenvolvemos en los mismos círculos lo sabíamos. Vamos, hasta revistas de Arquitectura y Diseño registraron la nota de la lujosa mansión que Antonio Gali posee en el fraccionamiento La Vista, sin duda el que alberga las casas de los personajes más ricos –millonarios en serio- de Puebla.
Solo había que rascarle por ahí. Las posesiones de Gali Fayad son evidentes. Medio mundo sabe que tiene esa casa en La Vista y que también posee condominios en Acapulco y Miami. Sus propios amigos y socios siempre contaban las fiestas de fin de año en esas propiedades.
Cuestionar a Tony Gali en cuanto a su riqueza personal es una exigencia social. No es posible que alguien que ha sido funcionario público medio durante los últimos treinta años (como él mismo pregona), tenga tal cantidad de bienes y riqueza personal.

Aquí la columna

++++++
SUSCRÍBETE gratis al Boletín de la Hora Cósmica. Recibirás de lunes a viernes a primera hora la información más destacada. PICA AQUÏ
++++++