Sólo con protección oficial se explica el desmedido poder de las bandas de huachicoleros

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, de La Jornada de Oriente, considera que el desmedido poder económico, de organización y de amedrentamiento contra varios alcaldes de la entidad, así como su presencia en distintas regiones del estado y la impunidad de que gozan las bandas de huachicoleros solamente se puede explicar por la protección oficial que están recibiendo.

Una serie de denuncias anónimas, surgidas desde las filas de la corporaciones policíacas, apuntan que tan sólo algunos mandos de la Dirección de Vialidad estatal podrían estar cobrando 10 mil pesos por cada pipa que dejan pasar y va cargada de hidrocarburo robado de los ductos de Pemex. 

El meollo del asunto

A estos automotores se les dice “las niñas”, que es clave para identificar a los camiones que ya pagaron la extorsión.
Si realmente se tuviera voluntad política de investigar y frenar a las redes de ordeña de ductos de Pemex, de comercialización del hidrocarburo hurtado y el lavado del dinero obtenido de este ilícito –que en el sexenio morenovallista creció en mil 583 por ciento– necesariamente se tiene que buscar la complicidad de mandos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y de la Fiscalía General del estado de Puebla, así como de policías municipales y tal vez de algunos alcaldes.
Aquí la columna

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