Por el Loro Cósmico
Los corrillos callaron estupefactos en la floresta, ante el derrumbe del peso tras la deserción de Agustín Carstens del Banco de México. Callaron también los susurros ante el desplome de las estrellas de la pantalla chica; y los profesionales del chisme no supieron ni qué decir del gobernador Murat tomando posesión a escondidas. Al final, en este fatídico 1 de diciembre, hubo una conclusión: Peña Nieto empieza muy mal su último tramo de gobierno.
Más degollados en Televisa
Vienen más cambios en Televisa. A las capillitas de deportes y entretenimiento también les tocará su fiestecita. Se habla de entre 500 y mil degollados (despedidos); de históricos vicepresidentes que dejarán sus oficinas de San Ángel, de mudanzas en Santa Fe. Desde la muerte del Tigre Emilio Azcárraga Milmo la empresa no se había cimbrado tanto. (Pepe Cárdenas)
San Videgaray, el santo de moda
El santo de moda, aseguran en el gobierno federal, es “San Luis”. No se trata de ningún religioso, sino de Luis Videgaray. En tono de broma dicen que San Luis es hoy por hoy el más socorrido, pues para cualquier puesto importante que esté vacante o cuando se piensa en la necesidad de llevar a algún funcionario eficiente, siempre aparece el nombre del ex secretario de Hacienda. Así, desde que don Luis dejó su puesto en la administración pública, las versiones —algunas de sus cercanos y otras de sus detractores— lo han “puesto” como coordinador por parte del PRI de la elección en el Estado de México, comicios en los que el partido se juega en buena medida sus posibilidades de permanecer en la Presidencia de la República. En días pasados lo han señalado como un posible sustituto de la canciller Claudia Ruiz Massieu en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Y la más reciente —ayer—, varios lo veían como idóneo para tomar las riendas del Banco de México, cuando Agustín Carstens, deje el puesto. De lo que no se podrá quejar San Videgaray es de que ven en él capacidades suficientes para ocupar cualquiera de estos relevantes puestos. (Bajo Reserva)
Caricatura de Calderón en Reforma |
Lo que verdaderamente preocupa sobre el futuro del Banco de México y de la política monetaria no es tanto la salida de Agustín Carstens, sino el proceso para designar a su sucesor.
La propuesta la hace el presidente de la República, pero debe pasar por el Senado, que más que un filtro de calidad parece uno de Snapchat dada la manera en que deforma las designaciones.
Porque si algo han dejado en claro los senadores -de todos los partidos- es que no les interesa ni la autonomía ni la eficiencia de los órganos de autoridad, sino repartirse posiciones. Y eso ya se ha visto lo mismo en el INE, la Suprema Corte, el Tribunal Electoral, el INAI y ahí viene el Sistema Nacional Anticorrupción.
Si ya de por sí el solo anuncio de la renuncia de Carstens le dio oootro bajón al peso, a ver cómo reacciona el mercado cuando los senadores empiecen a hacer de las suyas. (Templo Mayor)
Pasarela con Yunes
La toma de protesta de Miguel Ángel Yunes como gobernador de Veracruz se convirtió en una pasarela para panistas, perredistas y hasta priistas de todo el país, donde pasaron cosas interesantes. Una de las más notorias fue el rechazo de Josefina Vázquez Mota a sentarse junto a Carlos Romero Deschamps, el líder petrolero. Fue más que obvio que no quería ni rozarse con él; tanto así que dejó un asiento vacío entre los dos, en un salón que lucía a reventar.
Del otro lado, Josefina estaba flanqueada por Diego Fernández de Cevallos y Santiago Creel. Muy diferente de Margarita Zavala, quien fue colocada en la orilla de una fila, junto al polémico arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes.
Quienes abandonaron el evento fueron Héctor Yunes y José Yunes, ambos senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), porque no tenían un lugar en la ceremonia… y nunca adivinará quién los defendió: ¡la bancada de Morena! (Redes de Poder)
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