Relata El País desde Monterrey:
Empolvan cuidadosamente sobre lo empolvado hasta el último poro. No hay sitio para las humanas ojeras de las cinco de la mañana.
Empolvan cuidadosamente sobre lo empolvado hasta el último poro. No hay sitio para las humanas ojeras de las cinco de la mañana.
Sus caras de porcelana están listas para la grabación.
El cuerpo que se sobrepone a los chubascos o anticiclones es más relevante para muchos espectadores que la información del tiempo. Hay quien silencia el televisor para que su voz no perturbe la vista. Son las chicas del clima en México, el producto televisivo más rentable de la parrilla. Ellas nos cuentan su historia.
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