Francisco Garfias en su columna Arsenal, de Excélsior, ve que los esfuerzos aliancistas del PAN y del PRD están fuertemente atorados. No se ve cómo puedan salir del impasse. Presiones internas y maniobras del PRI lograron sabotear el plan de coaliciones trazado por los dirigentes de los dos principales partidos de oposición.
Originalmente, el panista Ricardo Anaya y el perredista Agustín Basave querían ir en coalición en ocho estados.
El meollo del asunto
Tlaxcala fue el punto de quiebre. En principio, la coalición antiPRI iba a postular a la perredista Lorena Cuéllar.
Pero brincó la senadora del PAN, Adriana Dávila, bien posicionada en las encuestas, y les advirtió que su nombre aparecería en la boleta, con o sin su partido.
Con Tlaxcala se vino abajo la posibilidad de aliarse en Puebla. Quizá por eso el gobernador Rafael Moreno Valle, que tiene agenda para 2018, nos dijo: "Ya no entiendo nada…".
"Imagino la sonrisa de Manlio", sintetizaron en el PRD.
Originalmente, el panista Ricardo Anaya y el perredista Agustín Basave querían ir en coalición en ocho estados.
El meollo del asunto
Tlaxcala fue el punto de quiebre. En principio, la coalición antiPRI iba a postular a la perredista Lorena Cuéllar.
Pero brincó la senadora del PAN, Adriana Dávila, bien posicionada en las encuestas, y les advirtió que su nombre aparecería en la boleta, con o sin su partido.
Con Tlaxcala se vino abajo la posibilidad de aliarse en Puebla. Quizá por eso el gobernador Rafael Moreno Valle, que tiene agenda para 2018, nos dijo: "Ya no entiendo nada…".
"Imagino la sonrisa de Manlio", sintetizaron en el PRD.
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