Diálogo, o el movimiento magisterial podría rebasar al Gobierno y salirse de control

Francisco Garfias en su columna Arsenal, de Excélsior, expone: otra vez la CNTE en paro, otra vez el caos en la Ciudad de México, otra vez bloqueos de carreteras, enfrentamientos de maestros contra policías, bloqueo de aeropuertos, otra vez vandalismo y, sobre todo, otra vez niños sin clases.
Es cierto que el gobierno no puede ceder al chantaje y echar abajo la Reforma Educativa, como exigen los disidentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

El meollo del asunto

Pero hay métodos –más allá de la amenaza y el uso legítimo de la fuerza– que la Segob y la SEP deben explorar para evitar que el sector más radical del magisterio disidente escale el conflicto.
De entrada, es necesario reabrir la mesa de negociaciones. El camino más corto a la violencia es la ausencia de diálogo.
Aurelio Nuño está obligado a reunirse con ellos, escucharlos y, a partir de allí, echar a andar otros mecanismos de solución al conflicto.
No vaya a ser que en una de ésas los rebase el movimiento y se salga de control.

Aquí la columna

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