La Hora Cósmica
Por Cosme Haces
Euclides Castaños el antiguo responsable del espionaje azul tras la Cortina de Camote tiene una cuenta casi personal que saldar con sus viejos rivales. Todos sus agentes han sido anulados. Pero desde El Cerro le ofrecen la oportunidad de superar su frustración mediante una operación sucia y arriesgada que permitirá liquidar al máximo obstáculo para obtener el poder.
Y Euclides Castaños acepta el riesgo y la sordidez de la operación. Es un buen espía, un profesional, y sabe que el doble juego, o triple, forma parte de las reglas: unas veces con los rojos, otras con los azules, y a veces hasta con los amarillos.
Sin embargo, a medida que se adentra en la trama va comprendiendo que aquello no es su juego, que no encarna el papel de un héroe en busca de rehabilitación, sino el de un pobre peón caído en desgracia que está siendo manipulado en algo más sucio y arriesgado de lo que nunca hubiera estado dispuesto a asumir.
Margaret
Castaños debe descubrir la trama de la enigmática Margaret que en complicidad con Recalcos, el lider de la vieja guardia azul teje una red de opositores al oscuro personaje que desde El Cerro, pretende desertar de la Cortina de Camote para asentar su poder en Los Abetos.
Y Castaños establece un sofisticado centro de operaciones desde el que se sigue paso a paso, palabra a palabra, el entramado de la vieja guardia azul.
Castaños se ha fogueado en mil batallas con rivales de primer nivel de las que ha salido victorioso en el tenebroso mundo del espíonaje.
Pero esto ya es demasiado incluso para un agente como él, entrenado para resistir hasta la tortura.
Sabe que el tedio es parte del juego, y que el éxito depende de la paciencia con la que se acose a la presa hasta que revele la clave del Santo Grial.
Pero escuchar horas de conversaciones telefónicas del insulso Recalcos es peor que la tortura.
Y seguirle la pista a la enigmática Margaret es más difícil que encontrar la salida del laberinto del Minotauro.
Ridículo
Castaños está a punto de desertar.
Aún es tiempo de salvar su prestigio de héroe y ocultar su condición de peón.
Pero una traición echa por tierra sus mejores planes.
Los espías rivales han descubierto la trama y desarticulan toda la operación con una filtración anónima al periódico que les viene pisando los talones a los azules.
Castaños ha quedado en ridículo.
Peor, ha dejado en ridículo al patrón.
De nada valdrá ya que los suyos reviren y confiesen que el verdadero rey del espionaje es Don Beltrone.
Castaños sabe cuál es el destino de los espías fracasados.
Ve a lo lejos la nevada cúspide del Popocatépetl.
Y con pasos resignados emprende su camino, de vuelta al frío.
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