El fracaso democrático de Puebla tiene números: el segundo peor estado del país

La Hora Cósmica

Por Cosme Haces

Para acabar pronto: Puebla es el estado donde peor se ejerce la democracia, sólamente superado por Guerrero que está en el último lugar.
Y esta calificación de mínimo desarrollo democrático la ha mantenido Puebla durante los últimos tres años.
Este diagnóstico es la conclusión del Índice de Desarrollo Democrático de México 2015, una investigación que año con año realizan la Coparmex, la Fundación Konrad Adenauer, el Instituto Nacional Electoral, la consultora política Polilat y el Colegio de México.

Mide el ejercicio de la democracia en el país en general, y estado por estado desde hace 13 años.
Y sus resultados son desalentadores.
Entre los países de América Latina, México ha descendido en el último año ocho lugares.
Y en el caso de Puebla, el panorama es desolador.
En una calificación, donde el valor máximo son 10 mil puntos, Puebla alcanza apenas 2.9 mil.
El estudio indica, en un panorama nacional, que por tercer año consecutivo, Yucatán obtiene la puntuación más alta en el IDDMex, con 10,000 puntos, así como Guerrero que repite, por segunda vez, la peor calificación, aunque en este informe obtiene 0,787 puntos, valor aún más bajo que el obtenido en el 2014; con lo cual se agranda la brecha entre ambos extremos, mostrando el amplio espacio de diferencias que impactan en el desarrollo democrático del país y en la calidad de vida de los habitantes de las 32 entidades.

Los datos:

En el caso concreto de Puebla, en el último año, el análisis muestra que el estado tuvo un incremento en su puntaje pues pasó de 2,829 puntos a 2,985 puntos, aunque este avance no le alcanza para salir del grupo de mínimo desarrollo democrático.
Todavía está lejos del promedio nacional y se mantiene en el 31º lugar del ranking nacional.
El mejor puntaje obedece a mejoras en tres de las cuatro dimensiones.
La única variable que retrocede es la democracia social, donde desciende al puesto 31º, retrocediendo dos lugares respecto de 2014.
Por el lado positivo, en la democracia de los ciudadanos avanza once lugares en el ordenamiento nacional (20º); su puntuación casi alcanza el promedio nacional y la califica como una entidad de desarrollo medio, aunque aún no logra alcanzar el mejor valor de la serie, que fue el obtenido en el 2012.
También presenta un avance, leve, en la democracia de las instituciones, que le permite mejorar su ubicación en el ranking en dos lugares (28º), aunque el valor obtenido no le permite superar su condición de entidad con mínimo desarrollo democrático, situación en la que ha estado en los últimos tres años.

Bochornoso

Por último, en democracia económica, Puebla retrocede dos lugares en el ordenamiento nacional (29º), y continúa sin mejorar su calificación de desarrollo democrático que, como ya se dijo, es de mínimo desarrollo, y por supuesto, se ubica por debajo del promedio nacional.
Se trata de números desalentadores, cuya difusión coincide con las campañas electorales de este momento, que vienen a confirmar el pobre nivel de la democracia poblana.
Son números fríos, no meras especulaciones.
Como para que políticos y sociedad mediten.
Y empiecen a trabajar para rescatar al estado del bochornoso lugar en que se ha hundido.
El segundo peor de todo el país.

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