Enrique Aranda en su columna De Naturaleza Política, de Excélsior, señala que en medio de la más enconada confrontación sostenida con la Iglesia, a consecuencia de su inexplicable, inexplicada decisión de impulsar cambios legislativos a nivel federal que, en opinión de los más, atenta contra la familia y la niñez, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, tuvo un gesto que muchos interpretaron como señal de su implícito deseo de ignorar el público (y creciente) malestar existente.
Otorgó el máximo reconocimiento susceptible de ser recibido por un extranjero, la condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca, al (aún hoy) representante del papa Francisco en México, el nuncio apostólico y decano del cuerpo diplomático acreditado Christophe Pierre.
"No puede haber paz si la vida y dignidad del otro, también (la) del inocente, no es respetada. No se puede tener paz oscureciendo la noción de bien y de mal intrínseca en la conciencia de todo ser humano", dijo el nuncio en su discurso.
Aquí la columna
++++++
SUSCRÍBETE gratis al Boletín de la Hora Cósmica. Recibirás de lunes a viernes a primera hora la información más destacada. PICA AQUÏ
++++++
++++++
SUSCRÍBETE gratis al Boletín de la Hora Cósmica. Recibirás de lunes a viernes a primera hora la información más destacada. PICA AQUÏ
++++++
No hay comentarios.:
Publicar un comentario