Pablo Hiriart en su columna Uso de Razón, de El Financiero, señala que el primer error de Enrique Ochoa lo cometió a los pocos minutos de rendir protesta como nuevo presidente del PRI: dedicó buena parte de su discurso a denostar a la administración de Felipe Calderón.
Por lo visto, el novel dirigente priista no sabe dónde está el adversario del PRI, y lo ubica en el sexenio anterior.
¿O el PRI también se va a sumar a la cargada en favor de Morena, como lo empieza a hacer el PRD?
El meollo del asunto
A Ochoa se le olvida que Calderón llegó a la Presidencia con votos de priistas.
Pero eso no es lo importante, sino que resulta inexplicable que haya elegido como adversario, en su primer discurso, a quien va a necesitar como aliado.
En efecto, la esposa de Felipe Calderón aspira a la candidatura presidencial por el PAN. ¿Y? ¿Eso la convierte en el blanco de sus preocupaciones? Es absurdo.
Aquí la columna
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