En el diálogo, que tuvo lugar el lunes pasado en la residencia de Santa Marta, el Papa también reiteró su gran preocupación por los refugiados y los migrantes, por la desigualdad que hay en el mundo e insistió sobre la importancia de "derrumbar los muros que dividen" y la "necesidad de construir puentes".
En ocasiones anteriores, sus entrevistas con Francisco causaron gran revuelo. En julio de 2014, por ejemplo, el Vaticano debió salir a desmentir declaraciones del Papa en las que afirmaba que él iba a encontrar una solución a la cuestión del celibato sacerdotal, por un lado, y que "hay obispos y cardenales entre el dos por ciento de pedófilos que son sacerdotes", por otro.
Lo mismo ocurrió con una "entrevista-bomba" salida en septiembre de 2013, que fue más tarde desmentida por el propio Scalfari, quien admitió que todo había salido de su memoria.
En ésta, el Pontífice acusaba a la curia de ser "vaticano-céntrica", aseguraba que la Iglesia debía abrirse a la modernidad, como indicó el Concilio Vaticano II, y condenaba el clericalismo, diciendo que "la corte es la lepra del papado".
Aquí la información de La Nación
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