Hinckley dejó el hospital St. Elizabeths, informó The Washington Post, citando a su abogado Barry Levine, que había confirmado que su cliente saldría por la mañana.
Phyllis Jones, una portavoz del Departamento de Salud del Comportamiento de la ciudad, dijo a la AFP que "todas las altas previstas para hoy tuvieron lugar", pero agregó que no podía referirse a pacientes específicos.
Un juez federal decidió que Hinckley, de 61 años, no suponía más una amenaza para sí mismo ni para los demás y que le permitiría salir para ir a vivir con su madre de 90 años en su residencia en Williamsburg, Virginia, bajo estrictas condiciones.
Hinckley ya había estado haciendo largas visitas a Williamsburg en los años recientes para prepararse para el momento de su liberación.
Hinckley, quien fue declarado no culpable por razones de demencia, dijo después del tiroteo del 30 de marzo de 1981 fuera de un hotel en Washington que quería matar a Reagan para impresionar a la actriz Jodie Foster.
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Un juez federal decidió que Hinckley, de 61 años, no suponía más una amenaza para sí mismo ni para los demás y que le permitiría salir para ir a vivir con su madre de 90 años en su residencia en Williamsburg, Virginia, bajo estrictas condiciones.
Hinckley ya había estado haciendo largas visitas a Williamsburg en los años recientes para prepararse para el momento de su liberación.
Hinckley, quien fue declarado no culpable por razones de demencia, dijo después del tiroteo del 30 de marzo de 1981 fuera de un hotel en Washington que quería matar a Reagan para impresionar a la actriz Jodie Foster.
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