En el sótano de las preferencias, será muy difícil para Moreno Valle la candidatura

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, de e-consulta, opina que nadie mejor que Rafael Moreno Valle sabe que la sobrevivencia de su proyecto y grupo político pasan necesariamente por mantener la gubernatura de Puebla, aun si Andrés Manuel López Obrador se hiciera de la presidencia de la república o el PAN la perdiera con Margarita Zavala o Ricardo Anaya.
Y también que la campaña por la gubernatura no será un día de campo por el desgaste natural de él, la división del PAN, el desencanto de electores y organizaciones que antes lo apoyaron, la falta de cohesión de su grupo, el crecimiento de Morena y la activa participación de antiguos aliados suyos en la causa de López Obrador.

El meollo del asunto

Lo anterior significa que si el ex gobernador de Puebla no consigue la candidatura presidencial —lo que es casi seguro a juzgar por la encuesta de este domingo del periódico Reforma que lo manda al sótano de las preferencias—, buscará negociar para él y los suyos otras posiciones y candidaturas.
En ese rejuego Moreno Valle tratará de convertirse en el gran elector del PAN en Puebla, peleando para su grupo la candidatura al gobierno del estado y aquellas que faciliten la victoria de su esposa en los comicios locales del 2018.
La lógica que guiará sus negociaciones es clara: buscará quedarse con aquellas candidaturas que garanticen el triunfo de Martha Erika Alonso y cederá aquellas cuyos resultados incidan más en el ámbito del proceso federal que del estatal.

Aquí la columna

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