El proceso electoral de Puebla ya se pudrió por la desconfianza en el árbitro

La Hora Cósmica

Por Cosme Haces

Certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad.
Es una pena, pero la autoridad moral de los organismos electorales se basa en las cinco premisas anteriores, que en el caso de Puebla, con el Instituto Electoral del Estado (IEE) están manchadas por la duda.
Una duda razonable.

Una duda que a final de cuentas le resta legitimidad al organismo encargado de organizar y arbitrar las elecciones que están en marcha.
Los jugadores no confían en el árbitro.
Cuatro de los cinco contendientes por la gubernatura de Puebla, están inconformes con su desempeño: El PRI, el PRD, Morena y la candidata independiente.
Ven los dados cargados a favor de un candidato, Antonio Gali, del PAN.
Ven el piso disparejo.
Y esto sólo puede conducir a un desenlace, judicializar las elecciones, llevar el proceso a los tribunales y poner en manos de instancias superiores el resultado final.
Mala señal.

Dolo

Este proceso ya empezó:
Ayer, Ana Teresa Aranda inició un juicio para solicitar la remoción de los siete consejeros y la secretaria ejecutiva del Instituto Electoral del Estado.
Su argumento: que el IEE ha incurrido en graves y sistemáticas conductas que encuadran en violaciones a la Constitución.
La argumentación de Ana Teresa se basa en los más de 10 juicios emprendidos por ella, el PRI, el PRD y Morena y que IEE ha perdido en tribunales federales y considera que esos yerros de los integrantes del Consejo General representan dolo para su candidatura debido a que fueron reiterados.
En su escrito, la candidata independiente denuncia el actuar negligente y descuidado del IEE en el desempeño de sus funciones y labores, en detrimento del proceso electoral local en curso.
De acuerdo a la informacién en medio locales, también el PRI iniciaría su propio juicio contra el árbirto de la contienda, y lo mismo harían este miércoles los candidatos del PRD y Morena.
Total, que el proceso electoral poblano ya se ha enturbiado con la desconfianza de los contendientes.

Podrido

Y esto viene a echar por tierra todos los esfuerzos ciudadanos y políticos que se pusieron en juego para lograr en 1990 con la fundación del IFE, que los mexicanos contaran con una institución que garantizara la imparcialidad en los procesos electorales que hasta entonces dependían en su organización y en sus decisiones del Gobierno.
José Woldemberg, el primer presidente de IFE afirma que si hubiese que definir en una palabra la misión del Instituto Federal Electoral esa sería: Construir confianza. El IFE tenía y tiene como misión la confianza en las elecciones.
"Desde su fundación la tarea fundamental del IFE fue la de construir confianza en el único método que ha inventado la humanidad para que una comunidad masiva, compleja y contradictoria, como lo es México, pueda expresarse, recrearse, competir y convivir de manera institucional y pacífica: Las elecciones", afirma.
Pues esto ya se echó a perder en Puebla.
El proceso electoral está podrido por la desconfianza.
Y así, no se puede competir.


++++++
SUSCRÍBETE gratis al Boletín de la Hora Cósmica. Recibirás de lunes a viernes a primera hora la información más destacada. PICA AQUÏ
++++++