Salvador García Soto en su columna Serpientes y Escaleras, de El Universal, considera que un tema que impactó negativamente en el caso de Javier Duarte fue que el subprocurador Alberto Elías Beltrán, descartara que Karime Macías, la esposa de Duarte, no sería detenida porque no hay orden de aprehensión en su contra.
Eso avivó versiones de un arreglo con la familia del mismo Duarte negociado a cambio de información sobre su paradero.
El meollo del asunto
Con todo, la fuente federal consultada asegura que Karime “no está exonerada” y si bien en este momento no hay acusación en su contra, “no significa que no pueda haberla en un futuro”.
Eso lleva a pensar dos cosas: primero que el presidente Peña pidió respetar “a la familia”, como cuando afirman que se molestó porque Yunes exhibió diarios y cosas de la señora en un montaje político en febrero.
Y segundo que, dejar libre a la esposa, podría ser un “as bajo la manga” que el gobierno se guarda para tener un elemento de presión y control sobre lo que Duarte sabe y puede declarar en un juicio sobre las redes políticas y de complicidad que lo protegieron.
Aquí la columna
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