Huachicol: ejército y civiles aportan los muertos, pero el dinero es para los políticos

Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, de Status, reseña que en seis municipios de la llamada zona del Triángulo Rojo: Tepeaca, Tecamachalco, Palmar de Bravo, Quecholac, Amozoc y Acajete se concretan 7 de cada 10 tomas clandestinas de gasolina de Pemex.
Son las demarcaciones donde el huachicol se convirtió en una próspera industria, más rentable que la propia Audi, joya de la corona de inversión sexenal del morenovallismo. Las ganancias, según datos de Petróleos Mexicanos, suman los 2 millones de pesos diarios.

El meollo del asunto

¿Qué permitió la expansión de la ilícita actividad en Puebla?

Dejemos en claro que si existen bandas de huachicoleros, protegidas por familias (amas de casa y menores de edad), es porque las autoridades lo consintieron.
Hubo colusión entre el poder y la delincuencia. Los gobernantes se volvieron socios de los “bad hombres”, por lo jugoso del negocio.
Que el ejército y los civiles sigan aportando los muertos, el dinero del negocio será para los políticos.

Aquí la columna

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