miércoles, diciembre 21, 2016

Tultepec: se lavan las manos - Brindis: desánimo en Los Pinos - La salsa de las alitas

BREVERÍAS

Por El Loro Cósmico

La tragedia de Tultepec, con el enorme y doloroso saldo de muertos y heridos. pone el dedo en la llaga de la negligencia de las autoridades, al menos en materia de Protección Civil. Hay quienes intentan aplacar en la floresta política los indignados murmullos de denuncia. Pagan columnazos para insistir en que atendieron oportunamente el problema. Es inútil: hay indignación y alguien tiene que pagar.


El bono de la discordia
Que la fracción del PRI en la Cámara de Diputados está más que molesta con el perredista Francisco Martínez Neri, presidente de la Junta de Coordinación Política, por considerar que el oaxaqueño se lavó las manos respecto al acuerdo sobre el llamado bono navideño de 150 mil pesos por cada uno de los 500 legisladores.
Aunque Martínez Neri se apresuró a donar su bono a un hospital, nada dijo de que su bancada votó a favor de la subvención extraordinaria, al igual que PRI, PAN, PVEM, Nueva Alianza y Encuentro Social en el Comité de Administración en el Palacio de San Lázaro. (Trascendió)

Tultepec: se lavan las manos
Una vez más, la tragedia enluta a México. El gobierno del Estado de México dio aviso a la PGR para que atraiga las investigaciones por la explosión del mercado de San Pablito, en Tultepec. Rápido se lavaron las manos las autoridades municipales. Explicaron que, al tratarse de un incidente relacionado con leyes federales, la PGR es la dependencia indicada para las investigaciones. Bien por Eruviel Ávila al arribar de inmediato y enviar equipos de rescate. Mal por las autoridades que aún permiten que existan pueblos retacados de pólvora. Negligencia, incompetencia y tolerancia. ¿Otra tragedia que pudo ser evitada? (Frentes Políticos)

Caricatura de Francisco Calderón en Reforma
Brindis: desánimo en Los Pinos
Uno a uno, todos los miembros del gabinete legal y ampliado fueron llegando ayer a la residencia oficial de Los Pinos, para atender la invitación del presidente Enrique Peña Nieto al brindis de Navidad. Nos relatan que el Presidente, como buen anfitrión, departía relajado y sonriente con los miembros de su equipo. El problema es que no todos llegaron con puntualidad para atender la convocatoria presidencial. Asistentes nos dicen que un secretario, el de Educación, Aurelio Nuño, y una secretaria, llegaron tarde al brindis. Nos comentan que al ver el arribo tardío de los dos miembros del gabinete, el Presidente comentó que ya se notaba el “desánimo de algunos”. Quienes relatan la escena no saben qué tanto de broma o qué tanto de molestia hubo en el comentario presidencial. (Bajo Reserva)

La salsa de las alitas
Quienes conocen bien el panismo mexiquense, aseguran que el pleito entre los alcaldes Edgar Olvera y Enrique Vargas no es por la salsa de las alitas del restaurante clausurado, sino una disputa por el control interno del partido en aquella entidad.
Resulta que Vargas, el de Huixquilucan, decidió apoyar al grupo de Ulises Ramírezen la contienda albiazul para definir consejeros nacionales.
Y como Olvera, el de Naucalpan, ya se siente el emperador sateluco, decidió echar mano de su arsenal administrativo -patrullas, sellos de clausura y oficios de Protección Civil- para cerrarle el negocio a su correligionario. ¡Qué llevados! (Templo Mayor)
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