Pepe Cárdenas, en su columna Ventana, de El Universal, afirma que ahora resulta que el “gasolinazo” es la solución que todo México esperaba… o por lo menos el remedio anticipado para evitar una serie de calamidades que azotarían al país, y sobre todo a más de la mitad de sus habitantes sumidos en la pobreza.
Nos dice el director del IMSS que sin el aumento a los combustibles la institución habría quedado sin dinero, hubiese dejado de prestar una tercera parte de sus servicios, y miles de derechohabientes quedarían en el desamparo. El argumento del maestro Mikel Arriola es obvia extensión del discurso presidencial, salpicado de argumentos tangibles...
El meollo del asunto
Si no se cancelaba el subsidio tóxico a los combustibles —dijo el presidente Peña— habrían de paralizarse programas de salud y educación, truncar inversiones, o despedir a miles de burócratas… y no creo que nos haya querido espantar con el petate del muerto.
¿Entonces, el “gasolinazo”, de veras viene a despertar la conciencia adormecida de la clase política?
El enojo social desatado por el aumento a los combustibles, minimizado en un principio por la cúpula del poder, significa el riesgo inminente de inestabilidad en los siguientes dos años electorales…
La inaplazable austeridad forzosa debe obligar a la clase política “chupeteadora” a darse un baño de realidad… no les vendría nada mal.
Aquí la columna
++++++
SUSCRÍBETE gratis al Boletín de la Hora Cósmica. Recibirás de lunes a viernes a primera hora la información más destacada. PICA AQUÏ
++++++
No hay comentarios.:
Publicar un comentario