Por Cosme Haces
A Karime Macías la describen como refinada y discreta, pero también exigente y dominante.
Dicen que procedía de una familia rica que la educó con rigor.
Por azares del destino y las artes de un cupido que los relacionó en la Universidad Iberoamericana, acabó casándose con Javier Duarte que a la larga se convertiría en gobernador de Veracruz.
Le gustaba pasar inadvertida, relatan.
“Empezó siendo generosa, comprensiva, tolerante y sensible, pero conforme avanzaba el gobierno de Duarte sufrió una profunda transformación de carácter”, relata un reportaje publicado en El Universal.
Y vaya si fue profunda esa transformación.
Se volvió irascible e intolerante y acabó víctima de una ambición insaciable para convertirse, según las fuentes, en el cerebro de un desfalco de miles de millones de pesos al estado de Veracruz.
Trece mil millones, para ser precisos, según las cuentas del Órgano de Fiscalización Superior del Estado.
La clave estaría en el mantra, las palabras de embrujo para atraer la riqueza, que se encontraron en una de sus libretas en una bodega de Córdoba: "Sí merezco abundancia".
Bonnie and Clay
¿Cómo una joven refinada y discreta, educada con rigor, se convierte en una sinvegüenza?
Peor, ¿cómo se convierte en una vil ratera, cómplice de un mandatario saqueador, con el que ahora debe andar a salto de mata, como Bonnie and Clay, escondiéndose de la justicia?
Pues esto es algo inescrutable y materia de análisis para los que saben desentrañar las telerañas del alma.
A uno sólo le queda el asombro ante la enorme desfachatez del dispendio que describe el periódico Reforma sólo en el primer año de gobierno de esta pareja sin escrúpulos:
"Desde el primer año en el Gobierno de Veracruz, Karime Macías Tubilla, esposa del ex Gobernador prófugo Javier Duarte, gastó con sólo una tarjeta de crédito 8 millones de pesos en ropa, artículos y hoteles de lujo".
Macías Tubilla era una compradora incansable y se embarcaba en rachas de shopping con un gasto promedio por mes de 675 mil pesos, desglosa el diario.
Y entre otros ejemplo del despilfarro, expone que en un solo día, el 25 de abril de 2011, Karime Macias firmó compras por 80 mil 978 dólares en su tienda favorita, Bergdorf Goodman, el almacén más exclusivo de Nueva York.
Atracción positiva
¿A quién se encomendaría Karime Macías, para justificar este derroche desorbitado?
Pues parece ser que entre otros gurús de la "superación personal", a Deepek Chopra.
Leo en El Universal que Karime Macías era gran lectora de autores metafísicos y teóricos de la Ley de la Atracción Positiva y, en particular, ferviente seguidora de Deepak Chopra, escritor y conferencista hindú, quien hace algunos ayeres escribió la obra literaria El camino de la abundancia.
Ahí explica claramente que la riqueza es consustancial al ser humano, sólo hay que pedirla.
"Somos creadores y parte de la creación, por eso estamos facultados para emitir decretos que, al ser repetidos y escuchados por la naturaleza, se cumplen, vienen a nosotros", asegura Chopra, según el diario.
Otra interpretación señala que Karime hacía algo que se puso muy de moda hace algunos años gracias al libro (y película) "El Secreto", y es conocido como Ley de la Atracción.
"Y aunque no está probado científicamente, miles de personas creen firmemente en esta "ley" para cumplir con sus objetivos de vida".
¡Cuentos!
Ni Secreto, ni Atracción Positiva.
Lo que Karime y Duarte hicieron para atraer la abundacia, fue sencillamente robar.
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