Destino de Duarte depende de las componendas entre Los Pinos, Bucareli y el PAN

Raymundo Rivapalacio en su columna Estrictamente Personal, de El Financiero, señala que la salida de Javier Duarte del gobierno de Veracruz tiene más preguntas que respuestas. La más intrigante es: cómo después de haber pasado los peores temporales, el presidente Enrique Peña Nieto autorizó finalmente que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, le dijera que su tiempo se había acabado. 

 El último episodio, no necesariamente el definitivo, se dio el martes, cuando Duarte habló con Osorio Chong. ¿Qué negociaron en las dos ocasiones que se reunieron en sus últimos días al frente del ejecutivo estatal? Si no hay información sobre esas dos conversaciones, sí hay una consecuencia pública de ello.

El meollo del asunto

Un día después de hablar con Osorio Chong, Duarte retó al gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, con quien ha sostenido una vitriólica lucha política de varios años, a un debate público en televisión, lo que no dejó de ser extraño. O se volvió loco Duarte, podría uno pensar sin mucho sustento racional, o la plática con Osorio Chong le aportó información confidencial que lo envalentonó...
Pero como están sucediendo las cosas en estos días, su destino no depende de la ley ni de la justicia, sino de las componendas políticas entre las cúpulas en Los Pinos y Bucareli, y el PAN, que se están moviendo cada día.

Aquí la columna

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